Ciudad de México, abril 19, 2024 14:36
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Edificio colapsado en Rebsamen 241 presentaba ‘piso débil’; DBJ dictaminó en 2014 que no tenía daño estructural

El emblemático edificio ubicado en Rebsamen 241, en la colonia Narvarte de la delegación Benito Juárez, que se vino abajo con el sismo del 19 de septiembre, tenía vicios de construcción que con el nuevo Reglamento no debieron existir.

Y a pesar de que los vecinos alertaron sobre fallas en el 2014, la autoridad delegacional en Benito Juárez emitió un dictamen en que aseguró que no presentaba daños estructurales.

En el primer piso del inmueble, que resultó aplastado por los otros cuatro niveles, murió la señora Laura Ramos, cuya hija intentó desesperadamente y sin éxito un pronto rescate. El episodio se volvió viral en las redes sociales.

Poco después se supo que el entonces delegado de Benito Juárez, Jorge Romero Hererra –actual coordinador de los diputados del PAN en la Asamblea Legislativa— ignoró cuatro peticiones por Twitter de la vecina Rosario Acosta, lo que la obligó a formalizar su solicitud ante la Dirección General de Protección Civil, a cargo entonces como actualmente de Ángel Luna Pacheco, que por ley debió ser atendida.

En el dictamen, una forma de dos páginas llenada a mano por Dulce Valera y Adriana Gallegos el 29 de mayo de 2014, se estableció: “Al exterior: separación de juntas frías en escaleras de acceso peatonal y rampa de acceso vehicular, específicamente se manifiesta en todo el paramento del predio (donde comienza vía pública).

En el interior, en el cubo de las escaleras, la zona donde fue hallado el cuerpo de Laura Ramos el pasado 24 de septiembre, se consignó la “separación de juntas de rampa de escalera y losa. Y en el patio posterior: “Agrietamiento de muro de colindancia sur, separación grieta de 5 cm, requiere sustitución (asentamiento)”.

Sin embargo, concluyeron las empleadas de Protección Civil de la DBJ, “no hay afectaciones en la estructura del conjunto”.

Reforma publicó este domingo que el edificio de Rebsamen 241 presentaba planta baja débil, un vicio de construcción que no debió ocurrir con el nuevo Reglamento de Construcciones. De acuerdo con el diario, hasta el día de hoy todávía se siguen presentando este tipo de edificaciones.

El de Rebsamen fue uno de los cinco edificios con este piso débil de entre los 38 que se derrumbaron en la ciudad durante el terremoto. En Benito Juárez, apuntó Reforma, hubo otro con estas características: El ubicado en Sarataga 714, en la colonia Portales.

Libre en el Sur hizo pública en octubre del 2009 la advertencia de expertos de la UNAM sobre los riesgos que representaban esos pisos débiles, que son donde comúnmente se encuentra el estacionamiento. La investigación, que en el caso de la Delegación Benito Juárez consistió en un muestreo de 68 inmuebles, descubrió que 61% de las edificaciones tienen ese tipo de construcción, lo que también fue trágico en 1985.

“Es un defecto constructivo muy delicado en caso de temblor”, alertó en entrevista Eduardo Reinoso, quien obtuvo un doctorado de Ingeniería Civil en la Universidad Portmouth, en Inglaterra.

(Foto: Cuartoscuro)

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