Libre en el Sur

POR MARÍA ELENA MESTA FERNÁNDEZ

Esta semana el Gobierno de la Ciudad de México lanzó el Reto Verde como parte de su estrategia de reforestación de la capital, que incluye plantar 10 millones de plantas y árboles en la capital1. Todos sabemos que esta no es una nueva iniciativa, son muchos los gobiernos que han lanzado estrategias de reforestación y todos sabemos por qué han fracasado. Todo se resume en la falta de una planeación basada en objetivos y resultados. Tal vez sea tiempo de empezar a reflexionar colectivamente que es lo que hemos hecho mal y empezar a cambiarlo en aras de un mejor futuro para nuestras ciudades y la calidad de vida de sus habitantes.

Por principio de cuentas los ciudadanos debiéramos involucrarnos más en la gestión pública y conocer cuál es la situación de nuestras áreas verdes.  Como señala la frase “No se puede proteger lo que no se conoce, ni defender lo que no se ama”2 Un reto fundamental para empezar a rescatar el arbolado de  nuestra ciudad es contar con el inventario actualizado de áreas verdes de la CDMX e integrar y mantener actualizados los inventarios del arbolado en todas las demarcaciones territoriales, con la finalidad de conocer, proteger y preservar nuestras áreas verdes y áreas de valor ambiental de la ciudad, así como, en su caso, incrementarlas en donde se requiera.

En segundo lugar, debiéramos promover el desarrollo de una política ambiental y de sustentabilidad que incorpore en la planeación de la ciudad un manejo adecuado de los arboles por parte de autoridades y ciudadanos. Me atrevo a decir que en el fondo la verdadera causa de la perdida y degradación del arbolado urbano en todas las demarcaciones territoriales es la ausencia de esta política, lo que ha dado lugar a acciones discrecionales y a veces arbitrarias por parte de nuestras autoridades para autorizar el derribo de árboles sin evaluar realmente el impacto negativo que esta acción tiene sobre la población y las colonias. Basta para sustentar mi dicho los recientes acontecimientos en el caso del desarrollo de Mitika[1]

Entre los principales problemas derivados de la falta de planeación en materia de manejo del arbolado urbano encontramos la tala inmoderada resultado del crecimiento urbano de la ciudad, agravada por una insuficiente planeación para la reposición y plantación de árboles en la misma área en la que se retiraron. La problemática inicia con solicitudes de los desarrolladores urbanos para el retiro de árboles los cuales en muchas ocasiones en lugar de realizar la reforestación que les corresponde, optan por realizar el pago por compensación a la Secretaría de Finanzas o al Fondo Ambiental de la CDMX para que en algún momento se destine ese recurso a la reforestación. A la fecha no he visto un solo informe que detalle como va el balance de cuentas ambientales en este sentido. Me parece que he ahí un foco rojo para empezar a atender el problema de la pérdida del arbolado urbano en la ciudad.

En cuanto a la plantación de árboles la problemática es compleja. Vemos como se realiza la forestación de áreas en las que no se evalúan previamente las condiciones del lugar relativas a infraestructura, equipamiento urbano e inmuebles y tampoco se toman en consideración los hábitos de crecimiento de la especie a plantar. Como resultado de lo anterior existen árboles con más de 20º de inclinación que corren el riesgo de desplomarse, con raíces agresivas que levantan planchas de concreto y muros, árboles que presentan ramas muertas, débilmente unidas, plagadas, con exceso de peso, que obstruyen señalamientos, pasos peatonales y vehiculares, entre muchos otros.  En algunos casos estos árboles constituyen ya un problema e incluso un riesgo para la ciudadanía, lo que ha conducido a que se recurra a la poda o al derribo del árbol y en menor medida al trasplante, dejando en el lugar del derribo los ya bien conocidos “tocones”. Por otra parte, también se debiera contemplar el desarrollo natural de los árboles, los cuales tienen una vida útil, después de la cual mueren. No hay en los programas de las alcaldías acciones que contemplen el retiro y reposición de árboles una vez transcurrido su plazo de vida útil.

Asi mismo otro problema de gran envergadura es el tema de manejo de plagas y enfermedades como el muérdago, heno, conchuela y el descortezador, entre otros, los cuales han azotado al arbolado de la ciudad afectando el manejo de nuestras áreas verdes urbanas que hoy día experimentan un continuo proceso de deterioro, sin que se vea una estrategia por parte del gobierno de la CDMX para su control.

Finalmente llegamos al mayor problema de todos: el desconocimiento y falta de participación de la población en el cuidado y manejo del arbolado urbano. Consideramos que este es el mayor de los problemas ya que, por un lado, que gran parte del arbolado se encuentra en predios privados,  por otro lado, los ciudadanos no participan en el cuidado del arbolado de la ciudad o si lo hacen lo hacen sin conocimiento de las técnicas apropiadas. A pesar de que la legislación ambiental del Distrito Federal establece que para llevar a cabo actividades relacionadas con la poda y el derribo de árboles se requiere previamente de la autorización de la Delegación (Ahora alcaldía) correspondiente, bajo la normatividad aplicable4, por lo general la realización de estas actividades en las áreas verdes del Distrito Federal se da de forma injustificada o mal ejecutada, de tal manera que se atenta contra la vida de muchos árboles, y por consiguiente disminuyen los múltiples servicios ambientales y sociales que éstos prestan a los habitantes de la ciudad.

¿Cómo empezar a resolver esta problemática? Nos parece que lo primero es desarrollar una verdadera Estrategia de Forestación Urbana para la Ciudad. Hacerlo sin duda representaría un verdadero Reto Verde para la ciudad.

En futuras colaboraciones compartiremos algunas de las principales líneas de acción de largo plazo que debiera comprender una estrategia de esta naturaleza.

  1. Ver: https://alcanzandoelconocimiento.com/al/gobierno-de-la-cdmx-lanza-el-retoverde-la-meta-es-plantar-10-millones-de-arboles/

  2. Esta frase es atribuida a muchos autores, entre ellos a Leonardo Da Vinci.

  3. https://www.forbes.com.mx/fibra-uno-defiende-permisos-para-tala-de-arboles-en-proyecto-mitikah/

  4. Ver “La norma ambiental para el Distrito Federal NADF-001-RNAT-2006, que establece los requisitos y especificaciones técnicas que deberán cumplir las autoridades, empresas privadas y particulares que realicen poda, derribo, trasplante y restitución de árboles en el Distrito Federal.”

[1] https://www.forbes.com.mx/fibra-uno-defiende-permisos-para-tala-de-arboles-en-proyecto-mitikah/

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