Nunca imaginé que viviríamos una crisis de salud mundial como la que estamos sorteando y, desafortunadamente, hace 3 semanas recibí con profunda tristeza la noticia de que su esposo, de 47 años, había fallecido víctima del Covid19.
POR LUPITA AYALA
Hace 21 años conocí a una linda chica que tenía 26 años. Soltera, administradora de empresas, con grandes planes para el futuro. La visité porque un amigo en común me pidió que platicara con ella y le ayudara a iniciar su planeación de vida. Hoy es mi amiga.
Como agente de seguros de MetLife, he tenido la oportunidad de tratar a mucha gente y así fue como conocí a Victoria “N”. Ella inició con un Seguro de Vida el cual protegía a sus seres queridos si llegaba a faltar, o bien si tenía un accidente o una enfermedad que le imposibilitara a seguir trabajando y generar sus ingresos, además de formar un ahorro.
Unos años después conoció a un chico del que se enamoró y 3 años más tarde se casaron. Vicky tuvo un bebé que nació perfectamente sano. De forma inmediata me compartió su alegría y su interés por proteger a toda la familia con un seguro de gastos médicos mayores, así como un seguro de vida para su esposo.
Nunca imaginé que viviríamos una crisis de salud mundial como la que estamos sorteando y, desafortunadamente, hace 3 semanas recibí con profunda tristeza la noticia de que su esposo, de 47 años, había fallecido víctima del Covid19. En ese momento era una amiga, pero también una agente de seguros de MetLife que debía ayudarla a hacer frente a la pérdida de su compañero de vida.
La situación era muy delicada. Vicky, quien padece diabetes mellitus, acababa de ser diagnosticada también con Covid19, así como su hijo, de 16 años. Inmediatamente buscamos la forma que fueran aceptados en algún hospital para su atención debido a su estado de vulnerabilidad. Esa noche no dormí, quedé impactada con la noticia, pero con la tranquilidad de que Vicky y su hijo estaban siendo atendidos y no tendrían que gastar los 430 mil pesos que en promedio le cuesta la enfermedad a un paciente[1], pues su póliza de seguro de gastos médicos cubriría todos los gastos. Ambos salieron adelante y fueron dados de alta.
Soy asesor de seguros desde hace 27 años. Desde que inicié mi carrera supe que mi misión es proteger a más familias mexicanas, generando mayor cultura de protección y ahorro; asesorándolos de una manera sencilla para lograr cumplir sus sueños.
Hoy como asesor de seguros tengo la tranquilidad de que MetLife entregará a Vicky en unos días el cheque del seguro de vida que hace 16 años compró; no porque ella o su marido fueran a morir, sino porque aquellos que amaban iban a vivir.
“Nadie sabe cuándo… en algún momento nos puede suceder”
[1] Fuente: AMIS
gayala@metlife.com.mx
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