Entre enero y julio, la Capital acumuló 12 mil 143 casos de este delito, lo que representa un incremento de 14.3 por ciento frente al mismo periodo de 2021 , informa Reforma
Incremento de fraudes podría estar relacionado con la pandemia, opina el director del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad.
STAFF/LIBRE EN EL SUR
El número de carpetas de investigación por fraude en la Ciudad de México alcanzó su máximo histórico en los primeros siete meses del año, de acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional para la Seguridad Pública (SESNSP), reporte del que se tiene registro desde 2015.
En la información principal de la sección Ciudad, el diario Reforma precisa este martes que entre enero y julio, la Capital acumuló 12 mil 143 casos de este delito, lo que representa un incremento de 14.3 por ciento frente al mismo periodo del año pasado, cuando hubo 10 mil 623.
En tanto, continúa el rotativo, entre 2020, cuando se denunciaron 7 mil 288 fraudes, y 2021, el aumento fue de 45.7 por ciento.
Las denuncias por abuso de confianza también registran cifras récord, con 3 mil 104 denuncias.
La información firmada por la reportera Viridiana Martínez agrega que Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad, refirió que el aumento de este tipo de delitos podría estar relacionado con la pandemia.
“Los delincuentes necesitan que haya movimiento para que se pueda ejecutar un delito, (la pandemia) generó un movimiento hacia otras formas que son precisamente los fraudes, la pandemia tuvo un impulso hacia eso, ahora se ha mantenido porque han descubierto una brecha que es muy fructífera”, dijo el funcionario.
Puso como ejemplo de las nuevas modalidades aprovechadas por los delincuentes fueron los robos de cuentas de WhatsApp, registrados desde 2021 y en los que los cibercriminales extorsionaban a los contactos de un usuario al hacerse pasar por este, refirió el experto.
La información de Reforma refiere asimismo que este año las redes de fraude y extorsión comenzaron a operar como montadeudas con aplicaciones telefónicas que ofrecen préstamos financieros sin necesidad de documentos pero con intereses que aumentan de forma exorbitantes. A esto se suman otros fraudes, como las promociones falsas a través de redes sociales.
Estos delitos, apuntó Rivas, son ejecutados con facilidad pues las autoridades carecen de herramientas para atenderlos; al no ocurrir en la vía pública, se requieren trabajos de inteligencia y rastreo a través de sistemas bancarios y tecnológicos.
“A una familia la ponen verdaderamente en rodillas si le ejecutan un fraude, porque la dejan sin las condiciones para subsistir y progresar y luego tienen que endeudarse para pagar lo que hubiera podido pagar si no hubiera sido víctima de este delito”, detalló el especialista.
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