En flagrante contradicción, el jefe delegacional en Benito Juárez, Jorge Romero Herrera, recalcó que no tiene facultades para intervenir en autorización de construcciones, pero enseguida presumió que en los tres meses que van de su mandato ha impedido más de cien obras, al rechazar las manifestaciones de obra respectivas.
En el programa El Manañero conducido por Brozo ayer jueves, Romero Herrera culpó al gobierno del Distrito Federal, a través de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) y a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), “dominada por quienes gustan del color amarillo”, como responsables de las construcciones irregularidades que proliferan en la demarcación juarense.
Anunció que en enero próximo se avocará al tema de las obras ilegales en Benito Juárez y aseguró enfático: “ordenaremos la clausura y demolición de todas las construcciones irregulares”. Aseguró que “desde hace varios años” (sic), la delegación Benito Juárez solicitó la clausura y demolición del edificio irregular de Millet 39, pero que los constructores han ganado en dos instancias sus demandas ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, al que apelaron.
Omitió que en realidad fue Seduvi , del GDF, la que interpuso –ante la inacción documentada de los gobiernos de Germán de la Garza y Mario Palacios– un juicio de lesividad ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, que a su vez incluyó a los vecinos del Parque Hundido como terceros interesados. La clausura de la DBJ se dio de manera tardía, cuando ya tanto Protección Civil del GDF como la Procuraduría capitalina lo habían hecho. (En la foto, las varillas de la impunidad en San Francisco 1529, obra que no exhibe manifestación de construcción).
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