STAFF/LIBRE EN EL SUR
El colectivo La Otra Orilla desarrolla el proyecto híbrido interdisciplinario de investigación sobre la movilidad y la vulnerabilidad de las personas, en especial con alguna discapacidad, senectud, mujeres, niños y niñas, en la zona oriente de la Ciudad de México y municipios colindantes del Estado de México.
El proyecto, que se desarrolla también en otros puntos de conflicto de movilidad, consiste en una instalación en el Museo del Chopo, refirieron los coordinadores de la investigación Guadalupe Mora, Nora Castrejón y Edgar Hernández, entre otros.
En entrevista, informaron que a partir de este 3 de marzo, de las 16:00 a las 20:00 horas, la gente podrá asistir al recinto universitario a disfrutar de una charla y compartir su experiencia de movilidad en la Ciudad de México, donde pueden llevar objetos, materiales, vídeos e imágenes que serán parte de la instalación final.
“Hasta los días 9 y 10 de marzo a las 19:00 y 18:00 horas se realizará una muestra única con expertos de antropología urbana, urbanismo, artistas escénicos y etnólogos, que abordarán a detalle el objetivo del proyecto híbrido y los resultados que pudiera tener en lo futuro para beneficio de la sociedad”, comentó Guadalupe Mora.
Reconoció que fue un proyecto difícil de catalogar, donde las disciplinas se sustentaron unas a otras, para estudiar la movilidad y el transporte público.
“El performance o instalación mostrará las dificultades más comunes de movilidad en el transporte público y abrirá un punto de encuentro, diálogo e interacción con la gente que participe, por eso invitamos al público a ser parte de ella”.
En tanto, Nora Castrejón destacó que la investigación lleva más de un año de entrevistas, recorridos donde se recabaron sonidos, imágenes y testimoniales en puntos conflictivos del transporte público de la Ciudad de México, en especial en la zona oriente y municipios colindantes del Estado de México, como Nezahualcoyotl.
“Hicimos el experimento de una lupa para observar lo que dejamos de ver por las prisas, por las aglomeraciones y por la sobrevivencia misma de cada usuario en el transporte público de esta ciudad, como ocurre en los pasillos de la terminal Pantitlán del Sistema Colectivo Metro, donde los comerciantes han hecho del espacio un espacio casi de hogar”.
Comentó que los recorridos se hicieron con otra mirada al conocer la parte humana de la movilidad.
“Otra cuestión es conocer la vulnerabilidad del cuerpo, como el de las personas con alguna discapacidad y saber si el transporte público está diseñado para ellos también, desde los que usan la silla de ruedas, los invidentes, los débiles visuales o sordomudos, los que carecen de algún miembro”.
Indicó que la investigación también expone la vulnerabilidad de ancianos, mujeres embarazadas, niñas y niños, ante el acoso, las desapariciones, el robo, y el comercio ambulante vagonero, que sobreviven los usuarios día a día en su movilidad.
“Es un análisis de microanálisis, en el que deseamos que la gente aporte y partícipe con propuestas creativas”, finalizó.
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