‘No es broma’, aclaró. ‘Para muchos de mis seguidores de izquierda ha sido difícil explicar’
En un inusitado comportamiento, Andrés Manuel López Obrador, reconoció finalmente un error como gobernante de México: Otorgar tanto poder al Ejército.
“Reconozco los riesgos”, dijo al tiempo que pidió comprensión dada la compleja situación del país, donde la corrupción permeó por los gobiernos anteriores. “No era lo ideal para mí; prometí que haría regresar a los soldados a los cuarteles, no lo hice; me excedí”.
En conferencia de prensa en Palacio Nacional, destacó que aunque reconoce la lealtad de las Fuerzas Armadas, él nunca ha comulgado con la participación del Ejército en labores de mandos civiles, y adelantó que ha de rectificar al no insistir más en la conformación militar de la Guardia Nacional.
“Somos hijos del 68”, recordó. “Sabemos lo que ha provocado la militarización en países como Chile o España, donde terminaron en golpes de Estado”.
Los propios reporteros que cubren la fuente se quedaron atónitos, atoradas sus preguntas en la garganta. “Pero Presidente, ¿es una broma?”, a lo que él respondió: “No, y sé que para muchos de mis seguidores, que son de izquierda, les ha sido muy difícil explicarlo”.
Sin embargo, defendió la participación de la Secretaría de la Defensa y de la Marina en la construcción de maga obras, como los aeropuertos Felipe Ángeles, el de Tulum y el Tren Maya. “Son buenazos (los militares) para hacer trenes”. Negó que esas obras sean depredadoras del medio ambiente y acusó que sus “adversarios” han aprovechado el tema para desprestigiarlo.
El Ejército –dijo—surge del pueblo. “Y el pueblo es bueno y sabio”, acotó. Pero los soldados sólo deben intervenir en el desarrollo económico y no en el combate a los delincuentes. “Una vez más, y lo digo así, tomen para que aprendan: Abrazos, no balazos”.
Todo esto –remató– es independiente a que es Día de los Inocentes.
NdelaR: Inocente Palomita, que te has dejado engañar, sabiendo que en este día, en ninguna información debes confiar.
comentarios