Ante la inacción de la Delegación Benito Juárez, otra hermosa residencia de estilo Colonial Californiano, emblemático de la colonia Del Valle, está siendo aceleradamente derribada sin que se exhiba permiso alguno de demolición y aprovechando el asueto navideño.
La casona, ubicada en Patricio Sáenz 606 esquina con Torres Adalid, se encontraba en buenas condiciones antes de que una cuadrilla de trabajadores iniciara su destrucción, que no se detiene a pesar de ser este martes 24 de diciembre. La construcción es simular a otros inmuebles del mismo estilo que aparecen catalogados por su valor artístico y arquitectónico en el catálogo del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), que por lo tanto no pueden ser demolidos.
Vecinos de la propia colonia Del Valle y de otras, como la Nápoles, han denunciado insistentemente el hecho a través de las redes sociales, sin encontrar la menos respuesta por parte de las autoridades delegacionales encabezadas por el panista Jorge Romero Herrera.
En Benito Juárez se ha vuelto usual el que los desarrolladores que adquieren bienes inmuebles en buenas condiciones con la intención de demolerlos para construir en su lugar edificios de departamentos aprovechen los días de descanso, como en semana Santa o el periodo navideño como el actual, para hacer el derribo de manera prácticamente clandestina, amparados a menudo por la propia Delegación. Cuando la protesta vecinal cunde, la casa en cuestión ha desaparecido impunemente.
El estilo Colonial Californiano es testimonio de toda una época de la arquitectura de la ciudad de México, que floreció en la primera mitad del siglo XX. Su distintivo es el empleo de techos construidos con teja de barro de color rojo y el empleo de vitrales y de azulejo en fuentes, baños y terrazas. En los últimos años, decenas de casas de este estilo han sido demolidas para dar paso a modernas torres departamentales, con lo cual se destruye cada vez más la fisonomía urbana característica de la zona, que las autoridades debieran preservar.
Hace un par de años, otra casona de similares características, en las que estuvo el afamado restaurante Fonda Santa Anita, sobre avenida Insurgentes Sur, estuvo a punto de ser demolido pero se salvó gracias a las denuncias de Libre en el Sur y los vecinos, así como el apoyo del actual diputado federal panista Fernando Rodríguez Doval, que apremió la clausura de la obra. Actualmente, remozada, la casa es sede de un nuevo restaurante.
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