Libre en el Sur

Aprueba Constituyente de la CDMX 'cláusula de conciencia’ para periodistas; les garantiza independencia frente a sus propios medios

En una histórica decisión, la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México aprobó incorporar a la carta magna de la capital el derecho de los periodistas a guardar secreto profesional y no revelar sus fuentes de información, así como una cláusula de conciencia que salvaguarda de independencia editorial al reportero.

Igualmente, se garantizará la seguridad en la Ciudad a quienes sean perseguidos arbitrariamente en el ejercicio de dicha actividad profesional para que puedan ejercer todos sus derechos.

Los diputados constituyentes aprobaron que en la Capital toda persona tendrá derecho a la libertad de expresión por cualquier medio, limitándose en los casos que señala la Constitución Política Federal, como la afectación de la vida privada o el ataque a la mora editorial

La cláusula de conciencia, una vieja demanda de los informadores independientes mexicanos, es un derecho de los periodistas que tiene por objeto garantizar la independencia en el desempleo de su función profesional. Protege al periodista o comunicador de no difundir información que atente contra su código de valores, lo que amplía la protección de su legitimidad, dignidad personal y profesional e independencia.

Se trata de una cláusula legal implícita en el contrato de trabajo periodístico, según la cual, en determinados supuestos que la ley tipifica en relación con la conciencia del informador, los efectos económicos de la extinción de la relación laboral periodística producida por la voluntad unilateral del trabajador, equivalen a los del despido por voluntad del empleador.

En términos prácticos, garantiza al periodista su independencia frente a los editores y propietarios del medio en que trabaja, de modo que no puede ser obligado a acatar una línea editorial o una indicación con la que no esté de acuerdo.

En México se han registrado numerosos casos de periodistas sancionados y aun despedidos por no plegarse a la “línea” dictada por sus jefes y que no tenían ninguna protección legal, la cual ahora se incorpora a la nueva Constitución de la CDMX. Una vez que la normatividad entre en vigor, todos quienes se dediquen a la información, en medios privados, públicos, digitales, impresos, televisivos o radiofónicos no sólo tienen garantizada la libre expresión, sino también el secreto profesional y el inédito derecho de la “cláusula de conciencia”, misma que fue promovida por el propio gremio.

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