La periodista y vecina juarense Nancy Ayón documentó cómo la Delegación Benito Juárez, de extracción panista, autorizó el derribo de un frondoso fresno de 80 años, a unos metros de la sede nacional del Partido Acción Nacional en avenida Coyoacán, a fin de facilitar la construcción de un edificio más. Ello, a pesar de las denuncias vecinales ante la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial y de que el fresno es una especie protegida por la Ley de Salvaguarda y del Patrimonio Urbanístico del Dustrito Federal.
Libre en el Sur cuenta con la copia del documento en el que Agustín Torres Ibarrola, director general de Servicios Urbanos de la DBJ, firmó el 27 de noviembre pasado la autorización para el derribo del árbol en cuestión –cuyo estado vigoroso consta en fotografías–, en favor de la constructora Coyoacán 1514 S.A. de C.V., que tiene su domicilio en Presa de la Pilas número 12 interior PH, colonia Irrigación. El oficio lleva el emblema de “Soluciones”, con que se identifica la nueva administración de Jorge Romero Herrera.
“Haciendo caso omiso de la existencia de diversas denuncias de vecinos de la colonia ante la Procuraduría Ambiental y Ordenación Territorial del DF, los desarrolladores como la empresa Auri siguen llegándole al precio a los corruptos funcionarios de la delegación Benito Juárez, de extracción panista”, denuncia Ayón, que actualmente trabaja en proyectos de vinculación de la UNAM con la sociedad. “Para muestra la tala de un frondoso fresno, que semanas antes fue afectado con químicos para provocar que se secara y que según estiman los vecinos tendría más de 80 años. Me pregunto ¿de qué sirvió haber puesto una denuncia ante distintas autoridades capitalinas?”.
Remata: “Hoy seguramente se van muy felices de sus cargos o quizá sean ratificados Agustín Torres Ibarrola, Director de Servicios Urbanos, al Biólogo Emilio Castro Lozano, ambos funcionarios del delegado Mario Alberto Palacios…Espero que Miguel Angel Mancera y el nuevo delegado Jorge Romero Herrera nombren a funcionarios más honestos, porque ya quedó claro que antes están los voraces intereses de las constructoras y desarrollos, que lo que menos les importa es el deterioro ecológico y ambiental”.
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