De cómo una fotógrafa convierte la realidad cotidiana de Chapultepec en un sueño
UN FOTO REPORTAJE DE DIRCE HERNÁNDEZ
Unas esculturas, un túnel de árboles, el día de campo, la lanchita en el lago. Las ramas como dedos multiplicados, con sus uñas, avejentados.
La foto artista convierte la realidad cotidiana en una evocación de Chapultepec que combina los estados para producir una melancolía en estos días lluviosos, aunque los sueños trasciendan los veranos.
El tronco cobra otra textura y las ondas del agua también. Es algo que existe efímeramente cada vez que se mira, sin el bullicio: la congestión de la emoción en el lugar de los pasos.
Cada quién le pone su música. Es historia, es ciudad, es naturaleza. Es pulmón y por eso es vida.
Por eso aunque es melancolía no es tristeza. Es lo que nos pertenece, sin propiedad; y por pertenecernos tenemos la obligación de cuidarlo. Aunque nunca entendamos que somos parte de ello.
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