Reconocer la grandeza de Ciudad de México es precisamente recorriendo sus lugares icónicos y enseñando a nuestros hijos y nietos a valorarlos.
STAFF / LIBRE EN EL SUR
En ocasión del Centenario de nuestro zoológico capitalino (1923-2023), dedicamos esta veraniega edición de Libre en el Sur al viejo, entrañable Bosque de Chapultepec en el que se encuentra ese parque, para lo cual convidamos a nuestros lectores a un recorrido por sus lugares más emblemáticos, incluidos rincones poco conocidos que se guardan como encantos.
Al hacerlo, pensamos que es a la vez una manera de homenajear a la Ciudad de los Palacios, la entrañable capital mexicana de la que en efecto Chapultepec es uno de sus sitios emblemáticos, mágicos, entrañables. Una forma de reconocer su grandeza es precisamente recorriendo sus lugares icónicos y enseñando a nuestros hijos y nietos a valorarlos, disfrutarlos, honrarlos.
Hay que mencionar, por supuesto y en primer lugar, al Centro Histórico con su riqueza prehispánica y colonial, pero también sitios de gran tradición como la Alameda Central, los viejos barrios de La Merced, Tepito y La Lagunilla, las grandes avenidas como el Paseo de la Reforma, y los que fueran pueblos circundantes del antiguo Lago de México, hoy convertidos en reliquias urbanas de enorme belleza y abolengo: Mixcoac, San ángel, Coyoacán, Xochimilco, Tepeyac… Nuestra Ciudad de México.
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