Libre en el Sur

Con sus triquiñuelas, Los Ocean de Jorge Romero prácticamente desaparecen al PAN en el DF: Sólo 12% refrendó su militancia

Hoy se descubre el tamaño de las consecuencias que tuvieron para el PAN en el DF las trampas de la secta ‘Los Ocean’, liderada por el actual jefe delegacional de Benito Juárez, Jorge Romero Herrera, que provocaron un descrédito y desgano generalizado. Y es que de acuerdo con el recuento oficial del “refrendo” panista, dado a conocer por el consejero y ex dirigente capitalino de ese partido, Carlos Gelista, sólo 12.64% del padrón, es decir 10,784 militantes de un total 96,073, se reafiliaron. De esa forma, aunque Los Ocean mantienen el control de la estructura partidista, tendrán que gobernar sobre los escombros de un albiazul prácticamente desaparecido en esta ciudad. Esa crisis es aún más grave por la división interna, pues el disidente grupo Panistas En Causa impugnó ante el Tribunal Electoral del DF la reciente elección de Mauricio Tabe –que fue apoyado por Romero– como presidente del Comité Regional capitalino.

En su edición impresa de noviembre del año pasado, Libre en el Sur publicó en noviembre pasado un reportaje especial en el que el testimonio de un ex colaborador del hoy jefe delegacional en Benito Juárez –que cobraba en su despacho de la ALDF– y los archivos de su propio clan, en poder del periódico juarense, documentan como nunca antes la afiliación corporativa de militantes al PAN, la imposición de dirigentes, el reparto de chambas y canonjías, la red de complicidades, la corrupción. “Yo llené cédulas de afiliación y firmé muchas de ellas, las falsifiqué”, dice el panista Antonio Morales Zepeda. Todo, bajo la autoría de un grupo –una secta, pues– dirigida por Jorge Romero, que aunque se mantiene como único delegado del PAN en el DF, estuvo a sólo unos 700 votos de ser derrotado por la perredista Leticia Varela, en una elección en que el albiazul sufrió su peor descalabro electoral en la capital e incluso en Benito Juárez, donde perdió el emblemático distrito 17 local.

“Le llaman El H. Ejército Chino, en alusión nada sutil a los Guerreros de Terracota, las más de siete mil figuras de arcilla a tamaño real descubiertas en la provincia de Xi’an en 1974. Es el nombre del proyecto concebido y ejecutado por Jorge Romero Herrera y su secta para apoderarse de la delegación Benito Juárez y controlar desde ahí al PAN delegacional y al Comité Directivo capitalino. Un plan ejecutado en su fase inicial entre 2007 y 2009, cuando el hoy jefe delegacional ocupó una diputación local plurinominal en la IV Legislatura (2006-2009) de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), donde presidió la comisión de Juventud apoyado por la entonces dirigente panista en la capital Mariana Gómez del Campo, con quien sostenía una relación sentimental”, publicó Libre en el Sur en su reportaje sobre las triquiñuelas de ‘Los Ocean’.

“Romero Herrera partía de una premisa fundamental: la hegemonía histórica del PAN en Benito Juárez. “Es imposible, hermanito, que el PAN pierda en Benito Juárez”, solía repetir. “Aquí los amarillos no entran”. A partir de esa verdad inconmovible apoderarse del partido era apoderarse de los cargos de elección popular, apoderarse de la Delegación, apoderarse del comité delegacional panista, apoderarse del poder. El centro de operaciones del clan era el módulo de Atención Ciudadana del entonces legislador, costeado con recursos públicos por la ALDF. La oficina ocupaba un departamento de la planta baja del edificio ubicado en avenida Universidad 331, entre Concepción Beistegui y Torres Adalid, en la colonia Narvarte. Todo el personal administrativo y operativo, que recibía sueldo de la propia Asamblea, estaba dedicado al proyecto político, que tenía como eje la afiliación masiva y corporativa de militantes al PAN, mediante mecanismos que violan las normas establecidas por los estatutos y reglamentos del partido, concretamente los artículos 2, 17, 18 y 21 del Reglamento de Miembros del PAN, que regulan la afiliación. Todo: tráfico y manipulación de cédulas de afiliación, falsificación de documentos y firmas, simulación de talleres de capacitación, aprobación mecánica de adherentes. El objetivo: contar con un ejército de más de mil nuevos seudomilitantes, para asegurar como mínimo a una tercera parte de ellos como incondicionales votantes en los procesos internos de selección de dirigentes y candidatos.” (El reportaje completo en ow.ly/gA707. En la foto, la publicidad de Romero como precandidato del PAN a la jefatura delegacional en BJ, que también fue impugnada por sus contrincantes Fadlala Akabani y Alfredo Vinalay)

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