En la primera reunión virtual del G20, donde participó el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, los principales temas a tratar estuvieron relacionados con la crisis sanitaria y la vacuna para controlarla.
Mientras el presidente afirmaba la responsabilidad del Estado por proteger la salud de los ciudadanos, especialmente aquellos con enfermedades crónicas, el manejo de la situación en el país muestra otros datos.
Fue en el penúltimo fin de semana de noviembre 2020 cuando tuvo ocasión la primera reunión virtual del G20, siendo Arabia Saudita el país anfitrión. Los principales temas en la mesa de diálogo giraron alrededor de la pandemia de Covid-19, las medidas para evitar contagios, el desarrollo y la distribución de vacunas, así como las acciones para sobreponerse a la crisis económica. Según expertos, resulta la peor recesión en la historia de la humanidad desde la Segunda Guerra Mundial.
La participación del presidente López Obrador por parte de México fue resumida en cinco puntos. La satisfacción del Estado por garantizar la salud fue el primero, una afirmación discutible por algunos expertos. Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció en un principio el sistema de detección del país, recientemente declaró en su cuenta de Twitter la situación actual como “atroz”.
De las principales problemáticas señaladas por la OMS fue la incapacidad de realizar suficientes pruebas de Covid-19 en los mexicanos. Según el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se realizan tres pruebas por cada 100 mil habitantes. Sin las pruebas hechas, es imposible tener un seguimiento adecuado a la población contagiada.
Otro de los puntos dichos por AMLO fue “ayudar a los pobres y no centrar las acciones gubernamentales sólo en destinar fondos públicos a empresas o instituciones financieras en quiebra”.
Pero la situación en México ha sido otra. De acuerdo con Michael Ryan, el director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, en México las personas pobres son 50% más vulnerables a morir de Covid-19, señalando la alta mortalidad sobre todo en comunidades indígenas.
“Hay una situación compleja en México con este impacto desigual sobre los pobres y los indígenas, con una estrategia de relativamente poco testeo, que significa que la escala de la epidemia está subrepresentada. Está claro que se necesita hacer más para abordar los problemas de diagnóstico y la diferencia de resultados entre los diferentes grupos sociales”, declaró el doctor Ryan.
NOTIPRESS
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