TERESA VELASCO AMBROSIO
Con una sonrisa en los labios, el casco bien puesto y a bordo de su motocicleta es como Mariana Ortega, una cartera de Ciudad de México, sale todos los días desde hace 14 años a entregar correspondencia, una labor que disfruta, pues le permite conocer gente de todo tipo.
“Llegué a Correos de México hace 14 años, entré por medio de una conocida, no tenía una amistad estrecha. Ella trabajaba en aquel entonces en el Sindicato Nacional y es la que me ayudó. Es un trabajo que disfruto porque me ha permitido estar con mis hijos. Con un horario flexible, de las 08:00 a las 14:30 horas”, expresa en entrevista.
Ello le permitió ver crecer a sus hijos. “Tengo dos hijos, uno de 21 y otro de 26 años. Ellos por ahora ya no estudian, pero cuando eran pequeños pasaba a dejarlos a la escuela y luego me venía al trabajo. Me partía en mil, porque siempre han sido mi prioridad. Los he sacado adelante yo sola, y aunque es complicado, si te organizas, puedes hacer todo y darle a cada cosa su importancia”, dice.
Mariana se divorció de su pareja hace 15 años y a raíz de su situación decidió buscar un trabajo más formal, porque no tenía algo fijo; recuerda que sus hijos la motivaron a echarle ganas, a ser disciplinada y constante en el trabajo. “El ejemplo dice más que mil palabras”, subraya.
Reconoce que ellos fueron su principal motor para enfrentarse a la vida. “Ellos me llevaron a estar en este camino y a ser muy disciplinada. Antes trabajé en cosas muy informales, era recepcionista en un lugar donde impartían Tae Kwon Do y ahí conocí a la persona que me ayudó a entrar aquí, creo que también la vida te pone en el camino a personas que te ayudan”.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, que se celebra este 8 de marzo, comentó que como mujer se pueden hacer muchas cosas, pero se tiene que tener fe en uno mismo, pues de lo contrario no se avanza.
“Si crees en ti puedes llegar muy lejos, hasta donde quieras. Creer en ti es la clave, así como la perseverancia y la disciplina. Si eres persistente lo logras, por lo menos a mí eso me ha funcionado, también el ser muy determinante cuando me propongo algo”, destaca Mariana.
Esa determinación la llevó a concluir sus estudios en psicología, a sus 42 años, una carrera que decidió estudiar debido a que hace muchos años acudió a una terapia y siente que le ayudó mucho, por lo que cuando tuvo la oportunidad decidió estudiarla con el apoyo de su madre, porque de lo contrario no lo hubiera logrado.
Resalta que entre sus proyectos está trabajar en el área de Desarrollo Humano de Capacitación, dentro del mismo Correos de México, y posteriormente poner su consultorio, pues considera que nunca es tarde para hacer lo que a uno le gusta o se propone.
Preparada con su uniforme del Servicio Postal Mexicano: Una camisa blanca con el logotipo de Correos de México y la bandera mexicana, y su casco con el mismo distintivo, es como Mariana sale todos los días a realizar las entregas. Llega a las 8, checa su entrada, pasa por la correspondencia en el área donde se distribuye y luego la acomoda de acuerdo con los domicilios.
Una vez hecho eso, “hago la numeración de nones, de chicos a grandes, y pares, de grandes a chicos, y una vez ordenado de acuerdo a cómo lo voy a repartir, paso por el escáner, checo mi gafete y de ahí escaneo todo lo que me voy a llevar. Luego paso por el área de apertura y recojo todos los que son mis registrados, pueden ser documentos o paquetes”, explica.
Como portadora de mensajes, Mariana recuerda que su trabajo le ha dado muchas satisfacciones, toda vez que ha conocido gente muy agradable que le ha dejado buenos recuerdos; por ejemplo, un señor que le regaló un rosario que guarda con mucho cariño y al poco tiempo el señor murió.
Expresa que entre las ventajas de su trabajo, además del horario, es que se puede relacionar con muchas personas de todas las edades, aunque también se ha enfrentado a retos, como el aprender a manejar la moto, la cual considera aún no la domina muy bien, y que los automovilistas no la respetan, sobre todo los taxistas, aunque el vehículo traiga el logotipo de Correos de México.
Sin embargo, ya en el trato con la gente, las personas son muy respetuosas, y como mujer nunca le han faltado al respeto en todos los años que lleva como cartera.
“Tampoco he sentido que me hagan menos o me discriminen por ser mujer; por el contrario, me respetan mucho y a la gente le da enorme gusto que cada vez haya más mujeres carteras”, señaló.
Entre las herramientas de trabajo de Mariana están el escáner, la motoneta, el silbato y su uniforme, el cual consta de una gorra o casco y su camisa con el logotipo de Correos de México, donde la tendencia de mujeres carteras va al alza, aunque en su mayoría siguen siendo hombres.
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