Libre en el Sur

Cualquier cambio electoral debe ser operación quirúrgica, no a machetazos, advierte Córdova

Pide “una reforma hecha con la cabeza y no con el hígado”.

Toda modificacion en materia electoral “debe ser producto de un consenso unánime entre las fuerzas políticas y no una imposición de una mayoría”, dice el presidente del INE.

STAFF/LIBRE EN EL SUR

“Todo intento de reforma electoral debe de ser cuidadosa, ser resultado de una operación quirúrgica y no a machetazos, porque puede salir muy caro hacerlo de esa manera”, advirtió este viernes el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello.

Puntualizo  que la reforma electoral planteada por el gobierno federal tendría que ser producto de un consenso, tomar en cuenta datos y estadísticas objetivas, además de mejorar las condiciones en las que México y el INE llevan a cabo las elecciones en el país

Durante su conferencia “¿Una nueva reforma electoral?”, como parte de la Cátedra José Luis Lamadrid, que tiene lugar como parte de FIL Pensamiento (en FIL 2022), dijo Córdova Vianello afirmó que deben de cumplirse tres condiciones para que las modificaciones a las reglas electorales sean un avance y no un retroceso en la vida política de México: éstas consisten en que la reforma sea producto de un consenso unánime entre las fuerzas políticas y no una imposición de una mayoría.

Planteó también que la reforma sea para mejorar las reglas y condiciones que hasta ahora se tienen y “no para imponer retrocesos” o minar algunas de las necesidades ya superadas, de lo contrario “no será una reforma que valga la pena”.

El Presidente del INE pidió que el gobierno federal y las diputadas y diputados realicen diagnósticos adecuados con datos objetivos de lo que ha hecho y logrado este órgano electoral en los últimos años, y que sea “una reforma hecha con la cabeza y no con el hígado”.

“Si es a través de filias y fobias va a ser una reforma regresiva, que nos va a meter en problemas”, afirmó.

Córdova Vianello hizo un recorrido por las ocho reformas electorales que el país ha tenido en los últimos 45 años, “que fueron resolviendo paulatinamente los problemas” en diversos frentes electorales y que hicieron que México pasara de tener un régimen cerrado, autoritario y centrado en la figura presidencial entre de 1950 a 1975, a un Estado en el que los ciudadanos tienen plena confianza en el INE y las recientes elecciones han sido realizadas sin ningún conflicto poselectoral.

Defendió al instituto que dirige y que, dijo, “es un punto de referencia internacional” y la instancia “más socorrida en el mundo para participar con asistencia técnica” en organismos como la Organización de Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y la Comisión de Venecia, y que también ha sido “punto de referencia para construir modelos electorales” en países como Irán, Irak y Perú.

Aseguró que desde 2014 a la fecha el INE ha organizado 330 elecciones, dos consultas públicas, dos elecciones internas de partidos políticos y una Asamblea Constituyente, y goza de la confianza ciudadana, un elemento sin el cual no podría llevar a cabo su labor.

Detalló que este instituto ha logrado generar el mayor índice de confianza ciudadana en toda la historia del país con una cifra de aceptación de 76 por ciento, pese a los ataques que ha tenido desde diferentes frentes del poder político, además de que en la elección del pasado 5 de junio lograron convocar a 340 mil ciudadanos, más del doble del mínimo requerido.

El funcionario señaló que ante los resultados no es necesario realizar una reforma, aunque las reglas ahora son perfectibles. En caso de que el Ejecutivo insistiera con las modificaciones es “peligroso” que sea previo a la elección de 2024, que se augura la más grande y compleja en la historia del país, con un estimado de 97 millones de ciudadanas y ciudadanos electores.

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