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¡Recórcholis! / Cuento de Navidad… en Cuarentena

Ana estaba triste porque este año no iba a poder ver a sus primos, este año sus primos se quedarían en Nueva York, y no podrían viajar por la pandemia.

CAROL WARREN /14 AÑOS

Ana y Luis estaban comprando regalos de Navidad como todos los años, pero esta Navidad no era igual a las pasadas. Esta Navidad, hacían sus compras por internet.

Ana estaba triste porque este año no iba a poder ver a sus primos, este año sus primos se quedarían en Nueva York, y no podrían viajar por la pandemia.

“Busca also para la tía mercedes por favor.” le dijo Ana a su esposo.

“¿Qué crees que le guste?”, contestó él cambiando la tienda a otra diferente.

“Tal vez estambre, ya sabes que a ella le encanta tejer.” “Cierto, oye, esto es muy raro ¿no? Comprar regalos sin verlos, y mandarlos a las casas de nuestros seres queridos, o ir a verlos con cubre bocas y caretas.”

“Si, es algo muy diferente, esta pandemia esta cambiando todo a nuestro alrededor. Pero si nos quedamos en casa y tenemos cuidado podemos hacer que pase más rápido. Y es mejor no ver a nuestros familiares de la tercera edad para no correr el riesgo de contagiarlos.”

Terminaron de comprar regalos y le hablaron a sus familiares para poder organizar una llamada a la hora de la cena.

Lo que no sabían es que los primos de Ana pensaban lo mismo.

“¡Esto es horrible! No podemos ir a la Ciudad de Mexico, no podemos ver a la tía Mercedes, ni a mi prima Ana, y ¡Oliver acaba de nacer! No voy a poder ver a mi sobrino, y todo por un bicho.” dijo Claudia.

“No es solo un “bicho”, es una enfermedad muy peligrosa. Es mejor si no vamos, por la salud de Oliver, de Ana, de la tía Mercedes y la nuestra.” dijo su esposo.

“¡Pero no puede ser tan mala como para cerrar aeropuertos y ciudades completas!”

“Claro que sí, es algo muy malo y es mejor si nos quedamos aquí. Además, no por la distancia va a cambiar la forma en la que nos amamos, ¿cierto? Tu familia en México no va a mudarse ni nada, va a seguir ahí, y los podemos ver por videollamada y cuando esto pase darles sus regalos y abrazos.”

“Bueno.”

Mientras tanto, la tía Mercedes…

“Ay mija, esto del COVID esta muy feo. Mi hija no viene a verme, mi familia tampoco, ¡no puedo conocer a mi nieto! Es la primera navidad que paso sola, pero si es por nuestro bien, pues ya viví muchas Navidades felices, una no me afecta. Pero, ¿cómo le voy a hacer si no sé como usar el teléfono inteligente? A las personas de mi edad se nos complica mucho esto de la “comunicación a distancia”, así que les pedimos paciencia, y les agradecemos que piensen en nosotros y no nos visiten , y sí lo hacen lo hagan con todas las medidas que las autoridades dicen.”

Y así fue esta nueva Navidad para mi familia, complicada, pero tenemos fé en que pronto pasará y estaremos juntos de nuevo.

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