STAFF / LIBRE EN EL SUR
Hace exactamente un año, la emergencia sanitaria obligó a los universitarios a dejar el campus para confinarse en sus casas. Así, de un día para otro, nuestra Universidad tuvo que trasladar sus actividades sustantivas al ámbito virtual.
Según explica la propia institución universitaria, en ese proceso se enfrentaron situaciones inéditas y particularmente complejas, como la llamada brecha digital, ante la cual los y las universitarias respondieron con entusiasmo, con imaginación y con todas sus capacidades y posibilidades.
Desde el primer día de confinamiento, la UNAM pudo impartir clases a distancia en todos los niveles educativos. La formación de los alumnos continuó gracias al compromiso de los docentes de bachillerato, licenciatura y posgrado. Para lograrlo, todos y todas tuvieron que asimilar su nueva realidad y superar, sobre la marcha, el reto que imponen las tecnologías y ese novedoso modelo de enseñanza-aprendizaje.
La adaptación de la mayor parte de la comunidad fue sorprendente. Aun así, en algunas áreas del conocimiento el proceso enfrenta importantes desafíos.
Durante el año que transcurrió, la Universidad Nacional llevó a cabo acciones encaminadas, primero –y antes que nada– a salvaguardar la salud e integridad de los y las universitarias y, después, a apoyar a quienes no contaban con las herramientas tecnológicas indispensables para cumplir desde sus hogares, de manera óptima, con las tareas académicas.
• En este año, la Universidad impartió cientos de miles de clases a distancia en los diversos niveles y sistemas educativos.
• Llevó a cabo más de 15 mil actividades de investigación y extensión de la cultura.
• Conformó la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus, órgano de expertos en políticas públicas y orientación para la sociedad.
• Los diversos servicios médicos beneficiaron a más de 266 mil personas.
• Participó en la instalación y puesta en operación del Centro CitiBanamex, Unidad Temporal Hospitalaria COVID-19, en coordinación con los gobiernos federal y de la Ciudad de México, así como con empresas y fundaciones.
• Puso en funcionamiento el Centro de Diagnóstico COVID-19 que ofreció servicio integral de diagnóstico, seguimiento y asistencia relacionados con el SARS-CoV-2, a decenas de miles de personas.
• Junto con el desarrollo de proyectos para la elaboración de vacunas recombinantes y de vacunas basadas en nanopartículas genéticamente codificadas, se realizaron otros proyectos de fármacos antiinflamatorios y antifibróticos para pacientes con COVID-19.
• Se diseñaron y fabricaron caretas, mascarillas KN95 y un prototipo para medir su eficiencia, además del desarrollo y fabricación de termómetros infrarrojos, biosensores, sensores de signos vitales, ventiladores mecánicos, válvulas de Venturi y oxímetros que transmiten información de pacientes mediante un celular.
• Se desarrollaron anticuerpos monoclonales, de uso terapéutico y profiláctico, y un protocolo clínico para administrar Dexametasona vía intranasal.
• Fueron entregados más de medio millón de kits de protección para los médicos residentes que colaboran en los centros de salud, gracias a donación de recursos financieros por parte de las cámaras de Diputados y de Senadores a la UNAM.
• De igual manera, se donaron nueve mil kits para médicos pasantes, de manera conjunta con Farmacéuticos Maypo, distribuidos en 175 comunidades rurales del país y 11 alcaldías de la Ciudad de México.
• Implementó la campaña “Protege a un pasante de enfermería y personal de enfermería de la UNAM: dona un kit”, que hizo posible la entrega de más de 105 mil equipos de protección sanitaria.
• Instrumentó la estrategia “Mi salud también es mental: intervención psicológica comunitaria a distancia ante el COVID-19”, para capacitar a cerca de 500 promotores profesionales y se han brindado más de 76 mil intervenciones comunitarias.
• Ofreció ayuda psicológica mediante el Programa de Atención Psiquiátrica, Psicológica y Psicosocial a Distancia, con más de seis mil servicios especializados en temas de violencia, depresión y riesgo de suicidio, así como 17 mil 86 en estrés agudo, postraumático, ansiedad y consumo de sustancias psicoactivas.
• Se elaboró y publicó en formato electrónico la “Guía jurídica informativa por afectaciones derivadas del COVID-19”, la cual incluye una gama de situaciones que abarcan desde el ámbito personal y familiar hasta el laboral, fiscal, inmobiliario y corporativo. También se creó un micrositio para la difusión de los materiales de esta guía, el cual registra a la fecha más de 250 mil visitas.
• Se habilitó el sitio web “COVID-19. HumanidadES. Reto social”, que actualmente cuenta con más de 600 aportaciones y recursos informativos referentes a la pandemia.
• En el micrositio https://covid19.humanidades.unam.mx/covid19/ se puede conocer de temas acerca de salud, economía, derechos humanos, educación, migración y equidad de género, desarrollados a través de artículos, entrevistas, foros, paneles y seminarios. Registra más de 28 mil visitas.
• La divulgación científica desempeñó un papel fundamental, en la medida en que coadyuvó a combatir la desinformación en redes sociales.
• Se fortalecieron los vínculos con instituciones de educación superior nacionales e internacionales, a fin de explorar mecanismos de colaboración en proyectos de investigación para buscar soluciones a las problemáticas globales.
• La Universidad apoyó la repatriación de alumnos de licenciatura y posgrado que al inicio de la emergencia habían quedado varados en el extranjero y mantuvo comunicación permanente con alumnos ubicados en nueve países, a través de sus sedes en otras naciones para garantizar su seguridad.
• Ante las dificultades y ciertos rezagos tecnológicos, para fortalecer la transición hacia la educación digital, se creó la Coordinación de Universidad Abierta Innovación Educativa y Educación a Distancia, y la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información. Esta nueva instancia brindó –y continúa brindando– una intensa capacitación en el uso y manejo de las tecnologías de la información y la comunicación para miles de docentes.
• Se puso en operación el Campus Virtual, el cual ha sido utilizado ya por 28 mil 300 docentes, en más de 20 mil aulas virtuales, para bachillerato, licenciatura y posgrado. Con esto se pudo dar atención a más de 156 mil alumnos.
• Como ayuda a las y los universitarios que carecían de equipos de cómputo e internet, la Universidad tomó varias medidas: instaló 14 Centros de Acceso PC Puma en el Valle de México para el préstamo de dispositivos. Cuentan con 4 mil 500 equipos y tienen capacidad para atender a 20 mil alumnos diariamente. También compró 25 mil tabletas con conectividad incluida para préstamo a domicilio, y asignó 12 mil becas de conectividad que consisten en la entrega de un modem con 40GB.
• Más de 212 mil alumnos de bachillerato, licenciatura y posgrado recibieron becas de apoyo a sus estudios.
• Con el apoyo de la Fundación UNAM, se recaudaron fondos para otorgar becas a alumnos de licenciatura: “Beca HumanidadES solidaria” de la Coordinación de Humanidades, “Conexión para todos en la Facultad de Química” de la Facultad de Química y “Conectemos ConCiencias” de la Facultad de Ciencias.
• Se creó el “Repositorio Concentrador de Recursos Educativos Digitales” en el Repositorio Institucional de la UNAM con el fin de juntar todos los recursos digitales educativos disponibles en la UNAM en un solo sitio. Además se puso a disposición el acceso a los acervos de la Biblioteca y Hemeroteca Nacionales de México y las bibliotecas universitarias.
• Igualmente, durante este periodo, fueron aplicados más de 3 mil exámenes de grado.
• En el ámbito de la educación continua se llevaron a cabo más de ocho mil actividades, con un alcance de más de seis millones de personas de México y de otros países.
• Realizó mil 548 actividades de divulgación humanística con temas relacionados a la pandemia, en las que participaron un millón 393 mil 40 personas.
• Emitió la convocatoria extraordinaria para Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica (PAPIIT) 2020 con el tema “Estrategias para enfrentar la nueva pandemia COVID-19 en México”; 12 proyectos fueron aprobados para recibir financiamiento.
• Al mismo tiempo, la UNAM continuó dando pasos firmes en favor de la igualdad de género. Llevó a cabo modificaciones a la legislación universitaria para endurecer sanciones a quienes contravengan esta política universitaria, así como para fortalecer atribuciones y facultades de organismos como la Defensoría de los Derechos Universitarios.
• Difundió el micrositio COVID-19 y Género, que incluye recomendaciones para mujeres que viven violencia en sus hogares, y que además concentra información de carácter federal, estatal y municipal de instituciones gubernamentales, de la Red Nacional de Refugios y de organizaciones de la sociedad civil que ofrecen apoyo, asesoría y atención en caso de emergencia.
• Con más de 10 mil 800 acciones, la oferta cultural de la Universidad (cine, música, teatro, danza, museos y exposiciones) alcanzó, a través de 162 cuentas en redes sociales, a más de 83 millones de beneficiarios en México y el mundo. Muestra de ello fue “El Aleph, festival internacional de arte y ciencia”, con 167 actividades y 170 invitados de 20 países; su alcance fue de 4 millones 834 mil 728 personas.
A un año de la pandemia y aún con múltiples retos por superar, se puede afirmar que la UNAM no se detuvo…
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