Menos de un metro de banqueta queda para que circulen los peatones por la orilla de la calle de Cellini, en Mixcoac, a la altura de la Universidad de la Tercera Edad, después de que se instaló uno de los puestos grises de ambulantes que promueve el jefe delegacional en Benito Juárez, Jorge Romero Herrera.
Tan absurda es la presencia de los informales, y tan evidente la hermandad que se da con las autoridades, que hay quien bromea con la idea de que el gobernante panista justifica su presencia en el interés de alimentar a los alumnos de ese recinto educativo con “El taco feliz” que ahí se ofrece.
Más allá de la broma, estos dos puestos se suman a las decenas que promueve Romero como parte de su “programa de reordenamiento”, con el que pretende declarar como legal lo ilegal. Ya se sabe, como ha denunciado Libre en el Sur con fotografías, que la autoridad delegacional se encarga incluso de instalar estos nuevos puestos, utilizando los vehículos oficiales.
No importa que, como en este caso, se trate de una zona donde transitan los adultos mayores que acuden a esa “universidad”, que más bien es escuela de oficios y es administrada por la propia Delegación. Se trata de una banqueta usada por cientos de personas al día en su camino para tomar el Metro, pues la estación Mixcoac –donde confluyen dos líneas– se encuentra a sólo unos metros.
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