El decreto destaca al conjunto arquitectónico como un ejemplo del movimiento moderno internacional de los años 60 y como un “proyecto innovador de creación artística colectiva”.
Hace tres semanas, vecinos lograron detener la perforación de un pozo de extracción que el gobierno de CDMX pretendía hacer en la Glorieta de la SCOP, adyacente al centro arquitectónico.
STAFF/LIBRE EN EL SUR
El Centro SCOP, ubicado en la colonia Narvarte de la alcaldía Benito Juárez, fue declarado Monumento Artístico mediante decreto presidencial publicado en el Diario Oficial de la Federación.
Dicho conjunto, construido entre 1952 y 1954, resultó dañado por los sismos de 1985 y 2017. A raíz de éste último quedó prácticamente inhabilitado.
El decreto destaca al conjunto arquitectónico como un ejemplo del movimiento moderno internacional de los años 60 y como un “proyecto innovador de creación artística colectiva” en los trece murales de mosaico que cubren los muros de sus fachadas y algunos espacios interiores.
El nombrar Monumento artístico al Centro SCOP tendrá implicaciones como requerir permiso del INBAL para obra de conservación, restauración, excavación, cimentación, construcción y liberación; la coordinación de la Secretaría de Cultura y la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte “para implementar un proyecto de intervención que garantice la preservación, la conservación y la permanencia de la obra mural y escultórica que existe en el sitio”, así como para preservar y mejorar el arbolado y el área verde.
La SICT también deberá “establecer las acciones para la regulación del uso de suelo”.
Hace apenas tres semanas, vecinos de la colonia Narvarte lograron detener un proyecto del gobierno de Ciudad de México para perforar un pozo de extracción de agua en la llamada Glorieta de la SCOP, adyacente al Centro arquitectónico que ahora ha sido declarado Monumento Artístico. Personal del Sistema de Aguas de Ciudad de México (Sacmex) había iniciado los trabajos, pero tuvo que detenerlos y retirar su maquinaria.
La declaratoria que protege al Centro SCOP y la Torre Central de Telecomunicaciones y Oficina Telegráfica en la colonia Narvarte destaca el alto grado de “innovación tecnológica y simbólica” en su construcción basada en un sistema de estructuras de concreto armado y otros materiales como el tabique, el acero y el vidrio.
El decreto establece que las secretarías de Cultura y de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes deben coordinarse para implementar el proyecto de intervención para su preservación, así como la conservación y la permanencia de la obra mural y escultórica que existe en el sitio.
La protección del conjunto arquitectónico era una demanda insistente de organismos como el ICOMOS mexicano y vecinos de la colonia Narvarte.
La intervención deberá hacerse conforme a los dictámenes y estudios técnicos relativos al estado de seguridad estructural del monumento artístico. Ordena además preservar y mejorar el arbolado y área verde actual, así como los servicios necesarios para lograr una propuesta de uso mixto y disfrute público.
En el sitio se proyecta la creación del Parque del Muralismo Mexicano y se ha procedido al retiro de los murales del conjunto para su preservación.
Se fija un plazo de 30 días naturales, contados a partir de la entrada en vigor del decreto, a la Secretaría de Cultura y el INBAL, en coordinación con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, para establecer los mecanismos de colaboración para definir los criterios para la protección, conservación, promoción y difusión del monumento artístico.
Construido entre 1952 y 1954, a partir del diseño de los arquitectos Carlos Lazo, Augusto Pérez Palacios y Raúl Cacho, con el uso generalizado de materiales prefabricados originó “un nuevo lenguaje arquitectónico de estilizados muros cortina que rompen con la antigua relación de los macizos y los vanos en las fachadas de las construcciones”.
En el caso de los murales, por la gran extensión de su superficie se habilitaron “ingeniosamente” con una serie de paneles independientes constituidos por un soporte de concreto en el que se adhirieron teselas de hasta 150 variedades pétreas extraídas de las canteras mexicanas y también por fragmentos de vidrio, barro esmaltado y ladrillo.
En los murales intervinieron los artistas José Chávez Morado y Juan O’Gorman, y sus discípulos del Taller de Integración Plástica, además de Arturo Estrada, Guillermo Monroy, José Gordillo, Jorge Best, Rosendo Soto y Luis García Robledo.
Así como un altorrelieve escultórico de José de Jesús Francisco Zúñiga Chavarría que enmarca el acceso y la escultura de bulto de Rodrigo Arenas Betancourt, ubicados en la plaza principal del conjunto.
El decreto entró en vigor este martes 17 al día siguiente de su publicación.
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