Libre en el Sur

Denuncian que delegado panista Jorge Romero tiene abandonadas a 1,080 familias del multifamiliar Miguel Alemán; sólo prometió en campaña, acusan

El jefe delegacional en Benito Juárez, Jorge Romero Herrera, no ha dado “un solo peso” para los urgentes arreglos que necesitan las áreas comunes del Centro Urbano Presidente Alemán, acusó Narciso Gallegos, uno de los principales dirigentes vecinales de ese conjunto, que cuenta con 1,080 departamentos.

Gallegos, presidente de la Asociación de Pensionados y Jubilados y ex coordinador del Comité Ciudadano de ese conjunto, dio cuenta precisa sobre la ausencia “total” del delegado panista, quien además presumió en su primer informe acciones realizadas por el Gobierno del Distrito Federal y no por su gobierno. “Mintió el delegado; él no ha dado un solo peso a las mejoras del CUPA”, aseguró el líder vecinal.

El “sombrero ajeno” con que presume el delegado, explicó, es el referente a unos apoyos otorgados por el Programa de Desarrollo Barrial, aplicado por la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno capitalino, con lo que fue sustituido parte del piso de las canchas deportivas, que no se arreglaba desde 1968, además de fondos federales gestionados por los propios vecinos y obtenidos a través de los diputados priistas Paloma Villaseñor y Felipe Muñoz, 500 mil pesos, que fueron “malgastados” por el gobierno delegacional, “porque no hay huellas importantes de los cambios”.

Además, un gimnasio colocado también en áreas comunes, para uso de todo público, fue aportado por la Procuraduría Social capitalina, así como la barda perimetral por la celle de Adolfo Prieto, al poniente del “multi”, como le llaman sus habitantes. Así que nada tuvo que ver la DBJ ni siquiera con la reja exterior del lado de avenida Coyoacán, pues ese recurso se obtuvo del presupuesto participativo, que por ley debe ser asignado a cada colonia conforme a la disposición de los vecinos.

Eso sí: Romero prometió como candidato en campaña que con él todo sería diferente. En un recorrido realizado con Gallegos, Libre en el Sur puso constatar el evidente deterioro de jardines y pasillos con banquetas rotas, luminarias fundidas y juegos infantiles viejos y dañados. De todo ello se ha solicitado reiteradamente la atención de la Delegación Benito Juárez, afirma el dirigente. Y nada. Es que –asegura— Romero “nos tiene castigados porque no le damos apoyo político”.

Y es que, cuenta, efectivamente el delegado panista pretendió imponer en la coordinación del Comité Ciudadano a uno de los incondicionales suyos. Y le falló. Además, en las elecciones pasadas fue vencido allí por la perredista Leticia Varela.

La desatención por parte de la DBJ, dice Gallegos, ya ha provocado que algunos ancianos se caigan al caminar sobre las banquetas rotas y que a otros los asalten por la falta de luz, en la parte trasera que colinda con la calle Parroquia.

El CUPA, ubicado en avenida Coyoacán y Eje 7 Sur Félix Cuevas, es el primer multifamiliar de América Latina y uno de los más importantes íconos de la Delegación Benito Juárez. En su origen se trató de una cómoda y práctica “ciudad dentro de la ciudad”, que contaba con todos los servicios, por lo que prácticamente no era necesario salir de ahí, salvo para ir a trabajar.

Fue construido por el destacado arquitecto Mario Pani, que se basó en un modelo francés. Además de una alberca, remodelada y reabierta hace pocos meses por el ISSSTE, el multifamiliar tenía guardería, estancia para adultos mayores, dos mercados, farmacia, biblioteca, telégrafos, correo, lavanderías y tintorerías. Tenía un sistema vanguardista de recolección de basura y los jardines eran verdaderos espacios de convivencia comunitaria. Hoy basta ver el estado de sus bancas para percatarse del olvido en que lo tiene el delegado.

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