El delegado panista en BJ llega al cumplirse la mitad de su gestión a un punto de quiebre en el que ve derrumbarse a su alrededor todo un andamiaje de simulaciones y, en su frustración, arremete contra comunicadores y vecinos que cuestionan sus aberraciones. El siguiente es el reportaje del director de Libre en el Sur, publicado en la edición impresa correspondiente a este mes de abril.
Francisco Ortiz Pinchetti / Especial
Lastimosamente perdida la primera mitad de su administración, el jefe delegacional panista en Benito Juárez, Jorge Romero Herrera, ve cómo la Delegación se le viene encima: en un lapso de apenas tres semanas quedó evidenciado por una encuesta en la cual los vecinos lo reprueban con un 5.3 de calificación, recibió una serie de críticas en los medios, arremetió contra comunicadores que lo cuestionaron, vio frustradas sus simulaciones en materia de construcciones ilegales, ambulantes, franeleros; provocó la protesta vecinal al tratar de imponer, sin consulta, una improvisada y absurda ciclovía.
La difusión de la encuesta reprobatoria de la empresa Votia por parte del periódico Máspormás, en vísperas de su publicitado “Primer Informe” desató la rabia del delegado, que arremetió contra ese diario. El portal Sinembargo.mx publicó luego una crónica que detalla el despilfarro y el acarreo registrados en ese evento, celebrado en el Pepsi Center del WTC. Luego, al referirse en su columna semanal en Máspormás a la renuncia del exgobernador de Nuevo León, Eduardo Elizondo, por considerar que ese partido cayó en la corrupción y la simulación al acceder al poder, el periodista Salvador Camarena escribió que Jorge Romero Herrera “simboliza el PAN que se extravió al llegar al poder”. Y el panista, acusado de falsificar el padrón de su propio partido para adueñarse de cargos y candidaturas, tronó en las redes sociales contra el comunicador, al que inclusive quiso darle clases de periodismo…
También se enfrentó vía Twitter con otros comunicadores, como Laura Barrera, de canal 22; Carolina Rocha, conductora de #P13 en TV Azteca; Leonora Esquivel, activista de defensa animal y medio ambiente, conductora de canal 22. Denunciado ante la Comisión de Derechos Humanos del DF (CDHDF) por agresiones a los editores de Libre en el Sur, optó por encomendar esos ataques a sus incondicionales del comité delegacional del PAN en Benito Juárez, que encabeza Luis Mendoza Acevedo, su propio secretario particular en la DBJ, que así “dobletea” chambas. A una vecina que le cuestionó, Paola Rambotti, le pidió por Twitter que le mandara el número de su teléfono celular para comunicarse con ella. “Para explcarte muchas cosas”, sugirió el delegado.
Su “escapada” con sus amigos a Cancún, en días laborables, fue descubierta con lujo de detalles por el columnista Manuel López San Martín en su colaboración en el periódico La Razón, que comenta que “nada malo tendría irse de viaje, a la playa, con los amigos, si no se hiciera en horario laboral, si no se escondiera el viaje y si no se dejaran de lado las responsabilidades públicas para las que se fue electo. Pero, ¿para qué guardar las apariencias y las formas?”. Vino luego una nueva publicación de Máspormás, en la que se hace un comparativo de los resultados de sendas encuestas vecinales a los tres titulares de las delegaciones centrales del DF: Víctor Hugo Romo (PRD), de Miguel Hidalgo; Jorge Romero (PAN), de Benito Juárez, y Alejandro Fernández (PRD), de Cuauhtémoc. Romero resultó el peor calificado, con 5.3, mientras Romo fue el mejor, con un 6.4.
El cacareado “Programa de Reordenamiento del Comercio en Vía Pública” resultó otro fiasco. La introducción de los llamados “puestos negros” para supuestamente mejorar la imagen de los vendedores callejeros, provocó una reacción en contrario, pues lejos de erradicar el ambulantaje, como ofreció desde su campaña, lo fomenta. Vecinos de Narvarte, además, descubrieron, fotografiaron y denunciaron cómo en vehículos oficiales de la DBJ eran transportados e instalados los “puestos negros” de Romero en diversos rumbos. El diario Reforma publicó, con fotos, cómo la ocurrencia había fallado ya que los ambulantes ponían fuera de esos puestos sus enseres, como siempre, y cómo uno de ellos se incendió al estallar un tanque de gas. Mientras tanto, la proliferación de vendedores ambulantes continúa en toda la delegación. Tan sólo en una calle de Portales, Libre en el Sur contó 150 puestos fijos.
Romero Herrera prácticamente abandonó también su falsa campaña contra las construcciones irregulares. Luego de asegurar que se tenía un padrón de 209 obras ilegales, las cuales serían clausuradas, sucedió que apenas cerró unas 130 y que más de la mitad de ellas reabrieron menos de dos semanas después de habérseles colocado los sellos. También prometió “clausura y demolición” de 27 edificios ilegales: ni uno sólo ha sido demolido. La “batida” contra los franeleros acabó en una burla contra los vecinos, que vieron cómo los “operativos” levantaban a algunos acomodadores, que luego regresaban, pero al cabo de unas cuantas semanas también eso se abandonó.
Además de la denuncia de Libre en el Sur ante la CDHDF, Romero Herrera recibió una recomendación del Instituto de Acceso a la Información Pública capitalino (InfoDF), que le obliga a responder sin dilaciones ni argucias las solicitudes de información de cualquier ciudadano. Y le ordenó contestar a Libre en el Sur sobre si la DBJ dio aviso al GDF y a la CDHDF del desalojo y traslado de niños de la calle del albergue en que vivían en la colonia Josefa Ortiz de Domínguez, ante lo que confesó por escrito que no avisó a nadie. Y el Tribunal Electoral de la federación ordenó al IFE y al CEN del PAN investigar la adulteración del padrón interno del partido atribuido al propio Romero Herrera.
La remodelación del mercado de Tlacoquemécatl –la única obra tangible de su administración— fue terminada ¡con tres meses de retraso, por lo que los locatarios estuvieron más de medio año con sus puestos en plena calle! Además, la obra muestra defectos graves de construcción. Lo mismo ocurrió con los baños públicos del Parque Hundido, cuya remodelación debió estar a fin del año pasado y apenas se terminó a finales de marzo. La construcción de ambos en otros cinco parques de la demarcación fue suspendida por la oposición de los vecinos. De un plan para dotar a la DBJ de 14 ciclovías, a más de la mitad del trienio apenas hay dos: una en la calle Dakota de la colonia Nápoles y otras en Adolfo Prieto, de la Del Valle. Ambas fueron impuestas sin consulta a los vecinos y han provocado protestas y cuestionamientos por tratarse de proyectos improvisados y mal ejecutados.
En suma, las simulaciones del delegado panista, como si se tratara de un castillo de naipes, acaban por derrumbarse sin remedio. El pasado martes 1 de abril se cumplieron año y medio, la mitad del trienio. El tiempo se le fue en promesas, mentiras y desaciertos que difícilmente podrá reparar en el poco tiempo que le queda: dadas sus aspiraciones personales, seguramente dejará el cargo dentro de 10 o 12 meses para intentar brincar a otro hueso, muy probablemente una diputación plurinominal. Hoy vive la frustración.
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