Ciertamente, el título de este texto parece un contrasentido. ¿Cómo imaginar una contienda electoral sin la consabida verborrea de de los candidatos, sus críticas al rival, sus propuestas a menudo sin sustento, sus promesas que casi siempre se quedan en eso?
Claro que no: tendrá que haber debate, declaraciones tronantes, revelaciones sorprendentes. Lo diferente esta vez es la pandemia, que los obliga a ellos y nos obliga a todos a respetar reglas elementales. No podrá haber reuniones masivas, por supuesto; tampoco saludos de mano, visitas domiciliarias.
El proselitismo, que acaba de iniciar, tendrá que tomar nuevas formas para hacer llegar el mensaje a los electores. Y éstos deberán analizar las propuestas de cada quién sin estridencias ni coacciones. Interesante. Se requerirá imaginación para innovar.
Y el día de los comicios, 6 de junio, la votación tendrá que hacerse con las más rigurosas medidas, como lo ha asegurado la autoridad electoral. Sana distancia, sanitización, orden… y naturalmente, ¡voto con tapabocas!
comentarios