STAFF / LIBRE EN EL SUR
¡Cuánta alegría nos regalan! Luego de 250 días sin clases presenciales y de vivir prácticamente encerrados durante cerca de dos años, nuestros niños están de regreso. Ellos tuvieron que someterse a una experiencia desconocida e ingrata, como fue la de las clases por televisión o Internet.
También soportaron la incomunicación, el dejar de jugar con sus amigos, el no poder convivir con sus abuelos ni asistir a fiestas infantiles, al cine o a otros espectáculos. Ni a los parques públicos, con sus juegos, que estuvieron cerrados por varios meses.
Aprendieron a lavarse frecuentemente las manos, a usar el cubrebocas y el gel antibacterial y tuvieron que recurrir a su imaginación mágica para sobrevivir en la pandemia. Por eso su regreso a las escuelas y a los parques llena el ambiente de alegría, justo en este luminoso abril, que es el llamado Mes de los Niños.
Resulta así conmovedor observar cómo disfrutan ahora los juegos infantiles, el aire libre, las ocurrencias de los amigos. Y sin dejar de practicar las medidas precautorias que aprendieron en la cuarentena.
Son nuestros pequeños héroes.
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