De 2013 a la fecha el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la ciudad de México (COPRED), ha documentado más de 160 casos de mujeres embarazadas o en periodo de postparto que denunciaron discriminación laboral, que se traduce simple y sencillamente en el despido de su empleo.
Cientos de mujeres cuentan este tipo de historias, dicen, que en el momento en que más necesitan tener estabilidad económica se encuentran con la presión de “negociar” su salida de un trabajo que consideraban estable; mientras que la empresa o patrón, en el mejor de los casos, determina la entrega de una “liquidación” para afrontar los compromisos que vienen.
La realidad es que el despido por embarazo es un acto de discriminación hacia las mujeres, y quienes creen que el pago de una liquidación resarce la conducta discriminatoria realmente se equivocan, porque el periodo de gestación no debe ser un impedimento, y lamentablemente hoy por hoy este tipo de acción lo ejercen tanto hombres como mujeres empleadores.
En el Distrito Federal de forma permanente se han buscado esquemas para eliminar las distintas formas de discriminación a las que se enfrenta la sociedad en particular la femenina, a través de leyes de avanzada como la Ley para Prevenir y Eliminar la Discriminación en el DF.
Sin embargo, la realidad es otra, y muchas de ellas no logran sostener un embarazo y continuar con su vida laboral sin menoscabo de sus derechos, por ello es importante no olvidar que el despido por embarazo no sólo es discriminatorio, sino también debe ser denunciado y sancionado conforme a la ley.
Existe suficientes leyes internacionales, nacionales y del Distrito Federal, que hablan de la protección de la maternidad, el reto es no quedarse calladas, es avanzar en la implementación de las distintas normatividades, de tal forma que ante un caso de discriminación exista una verdadera impartición de justicia laboral.
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