Espacio protegido por la Ley de Salvaguarda del Patrimonio Urbanístico y Arquitectónico de la CDMX, ubicado justo frente a la sede delegacional, el parque Francisco Villa –que así es su nombre oficial– luce en estado deplorable y copado por el ambulantaje, herencia de la anterior administración delegacional que permitió su expansión.
Por Mariana Malagón
Desde la pasada gestión delegacional en Benito Juárez que encabezó Jorge Romero Herrera, –tiempo en que se vivió una explosión del comercio informal–, el Parque de los Venados ha sufrido una privatización en los hechos, al ceder la autoridad ante la ilegalidad de los vendedores ambulantes que fueron saturarando el otrora vergel con puestos de garnachas pestilentes, dulces, ropa y artículos para mascotas en los pasillos y banquetas.
A pesar de tratarse de uno de los cuatro espacios verdes de BJ protegidos por la Ley de Salvaguarda del Patrimonio Urbanístico y Arquitectónico, el estado actual del parque es deplorable, agudizado por la falta de poda y mantenimiento de las áreas verdes, botes de basura en mal estado e insuficientes, montículos de tierra en jardines, cascajo y hasta un basurero improvisado en uno de los andadores, lo que ha provocado fauna nociva y el consecuente malestar de los paseantes.
En tanto, los comerciantes ambulantes, de los cuales la mayoría opera sin permiso, son dirigidos por líderes que rentan los espacios de acuerdo a su tamaño o del giro del que se trate.
Al respecto Martha Zárate, quien desde hace años cuenta con permiso para la renta de cuadriciclos en el parque, reveló que para instalar un puesto plateado se debe pagar de entrada 300 mil pesos; los puestos de tortas y jugos cuestan 150 mil, y a los que ocupan menos espacio les cobran 3,500 pesos. La cuota diaria para quien vende caminando es de 50 pesos. Y a los food trucks se les cobra hasta 5 mil pesos por estacionarse el fin de semana.
Una vendedora de dulces, quien no quiso revelar su nombre, indicó que para poder instalar un puesto en el Parque de los Venados “el permiso está en 40 mil pesos. “Tienes que ir a la DBJ y ellos te mandan con los líderes. Si te pones así, te quitan”.
Banquetas y pasillos del parque están saturados de vendedores ambulantes que ofrecen sus productos en carritos, puestos o inclusive en el piso. Particularmente, la banqueta de Municipio Libre está ocupada por la Expopiel de Calzado, con alrededor de 55 puestos de comida, ropa, zapatos, artículos de belleza y hasta masajes; que dejan apenas un poco más de un metro para el paso de los peatones.
A los líderes del bazar, dice en entrevista grabada Ana María Rojas, una de las líderes, “es Oscar Ayala (director de Gobierno de la Delegación Benito Juárez) el que los tiene que manejar”. Refiere que ese tianguis antes venía por temporadas y se iba; “hoy lo único que hacen es cambiarle el letrero. Ahorita es Expo León pero antes era Expo Oaxaca y luego Expo Trabajo… y son los mismos. No se han ido desde hace más de un año”.
En el Parque de los Venados, cuyo nombre oficial es Francisco Villa, existe una zona de juegos mecánicos, que representa un peligro, pues estos no cuentan con las medidas necesarias de seguridad. Rojas explicó que antes la feria se ponía por periodos de tres meses, pero hoy es permanente. “Entre juegos y vendedores eran 24, hoy son 59. Han quitado pasillos, jardineras, un área de juegos, árboles y ramas para hacer más grande la zona y meter más juegos”.
Y eso que, según Martha Zárate, hoy el parque está a un 60 por ciento de ambulantes en comparación de lo que había en meses anteriores, pues en un operativo retiraron algunos. Sin embargo, consideró que siguen siendo demasiados, en detrimento de la armonía, limpieza y tranquilidad del espacio: “¿A quién le pagan, por qué están ahí, quién se los permite?”, cuestionó. “¡Están frente a la Delegación!”
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