Alertan sobre graves riesgos por extracción de agua mediante pozos.
“El sistema hídrico merita un cambio en el modelo de gestión, decisiones de fondo, porque el sistema hídrico, hidrológico de esta región, está rebasado a nivel institucional, presupuestal, normativo”, advierte el director de Agua Capital en coloquio.
“Estamos asentados en una crisis, de la cual vamos a empezar a ver situaciones muy complejas en meses por venir, de aquí a mayo, junio”, dice.
STAFF/LIBRE EN EL SUR
El sistema hídrico, del Valle de México “está rebasado a nivel institucional, presupuestal, normativo, de política pública, de coordinación entre actores de múltiples sectores”, advirió este viernes el director de Agua Capital,
“Estamos asentados en una crisis, de la cual vamos a empezar a ver situaciones muy complejas en meses por venir, de aquí a mayo, junio” dijo el especialista al participar en el coloquio Resiliencia Urbana y Crisis Ambiental.
Recordó que la CDMX está asentada en un suelo donde existen entre cinco y siete acuíferos sobreexplotados, pues se extrae el doble del agua que se recarga de manera natural y hay un difícil acceso a nuevas fuentes de abastecimiento.
“Amerita un cambio en el modelo de gestión, decisiones de fondo, porque el sistema hídrico, hidrológico de esta región, está rebasado a nivel institucional, presupuestal, normativo”, advirtió.
Dijo que a ello se suman problemas como mayores costos para la extracción de líquido, pues hay pozos con más de mil 200 metros de profundidad, así como hundimientos del subsuelo de hasta 30 centímetros por año.
Un 26 por ciento de la población del Valle de México no recibe la cantidad suficiente de agua, mientras que un 15 por ciento no cuenta con servicios de suministro diario.
El director de Agua Capital también refirió que 1.8 millones de personas se surtieron a través de pipas durante el año pasado, pero estimó que el número crece para este 2024.
Reiteró Vázquez que el abasto de agua potable está en crisis, con una aportación mínima del Sistema Cutzamala y con un modelo de gestión sin cambios.
“Amerita un cambio en el modelo de gestión, decisiones de fondo, porque Las protestas y los bloqueos viales por escasez de agua en los domicilios son cotidianos, precisó durante el coloquio Resiliencia Urbana y Crisis Ambiental.
Por otro lado, para la investigadora del CentroGeo, Helena Cotler, la planeación urbana evita abordar cómo funciona la cuenca o diseñar programas de infiltración de lluvia.
“Tenemos una gobernabilidad mucho más débil, mucho más frágil, lo vemos en la fragmentación institucional, en la Ciudad de México es Sistema de Aguas una institución; en el Estado de México, cada municipio tiene un organismo de agua”, señaló Cotler.
Agregó que tampoco hay un manejo metropolitano para la cuenca hidrológica.
“Hay una atomización total de la gestión del agua, Ecatepec quiere hacer una cosa, Cuajimalpa otra, cada municipio quiere hacer algo distinto con el agua, no hay un continuo metropolitano”, subrayó.
La investigadora de la Universidad de Washington, Montserrat Bonvehi Rosich, planteó que es insostenible arrojar como aguas negras en el estado de Hidalgo el caudal del Cutzamala y de los pozos locales.
“En lugar de preguntarnos qué sale de la tubería en el Valle del Mezquital, deberíamos preguntar por qué salen estas cosas en estas tuberías y qué podría hacer la Ciudad para cambiar esto”, requirió.
La Capital y el área conurbada del Estado de México desechan metales pesados, químicos y productos farmacéuticos, en un distrito de riego de Hidalgo fertilizado por las aguas negras.
“Es urgente ya que no existe una opción de vida libre de riesgos en el Valle del Mezquital”, puntualizó a su vez Bonvehi Rosich.
La investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM, Marisa Mazari, solicitó extender el uso del agua residual saneada.
“Históricamente, se ha prestado mucho mayor atención a la provisión de agua y al abastecimiento, políticamente eso es lo que cuenta, cuánta agua estoy proporcionando”, expuso Mazari.
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