En nuestro caso hemos podido modificar nuestro despacho particular como estudio de radio, televisión y redacción para poder transmitir los programas de radio y televisión que conduce Enrique.
JACQUELINE RAMO Y ENRIQUE MUÑOZ
En México y el mundo estamos a unos días de cumplir el primer año de una situación que jamás imaginamos nos tocaría vivir. Ni en nuestros pensamientos más descabellados hubiéramos podido prever este macabro escenario de millones de contagios, muertos, economías derruidas y proyectos rotos por un fenómeno que, nos dicen, llegó de China.
El caso es que a raíz de esta situación inédita en nuestras vidas, los seres humanos hemos tenido que confinarnos en casa en una cuarentena que se prolonga y nos ha llevado a ver cómo pasa la tragedia frente a nuestras narices sin que podamos hacer mucho.
A los más afortunados, la pandemia nos ha permitido generar ingresos desde casa porque podemos producir desde el encierro. En nuestro caso, Enrique y su esposa Jaqueline, hemos podido modificar nuestro despacho particular como estudio de radio, televisión y redacción para poder transmitir los programas de radio y televisión que conduce Enrique de lunes a domingo en Grupo Fórmula, además de redactar la columna periodística a su cargo en El Heraldo de México.
No ha sido fácil, hemos tenido que comprar laptops, aparatos telefónicos, iluminar el improvisado set y ampliar la capacidad del internet doméstico a uno empresarial para salir al aire todos los días de lunes a domingo, pero el esfuerzo ha valido la pena. No hemos dejado de generar contenidos noticiosos y de opinión ni un solo día.
Claro que se extraña la actividad en el centro de trabajo donde se puede planear, intercambiar opiniones con los compañeros y colaboradores así como ver frente a frente a los invitados a nuestros programas. Se extraña también la oportunidad de reunirse con los amigos y los colegas en algún café o restaurante pero ya habrá modo.
Es cierto que el confinamiento ha incrementado el índice de denuncias de violencia intrafamiliar y que las principales víctimas han sido las mujeres y los niños. En nuestro caso, gracias a la carga laboral de cada uno de nosotros nos mantenemos ocupados lejos del hastío. Jacqueline, en la administración de la empresa con todo lo que ello implica que es una carga enorme con la contabilidad, facturación, bancos, clientes, proveedores, y varios etcéteras, además de llevar un hogar que requiere de mucho trabajo con los colaboradores que nos apoyan con su trabajo todos los días. Y Enrique, en la lectura, la atención a los contenidos noticiosos mediáticos, la redacción de su columna semanal, la conducción de sus espacios electrónicos y el contacto con sus compañeros vía telefónica o por internet, lo tiene más que ocupado, feliz por la oportunidad que nos ha dado la vida, aún en plena pandemia.
Finalmente, como millones de seres humanos en el mundo, las compras, la diversión, el entretenimiento, las relaciones interpersonales y familiares se han tenido que transformar y ya nada será igual para el resto de nuestras vidas.
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Ella es administradora y él conductor de radio y tv y columnista.
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