Investigación en Gran Bretaña encontró que quienes padecían alguna enfermedad mental tenían un perfil de metabolitos más envejecido de lo correspondiente a su edad.
Otros estudios recientes asocian las enfermedades de la mente con una menor esperanza de vida y una calidad de vida deficiente.
JORGE CERINO
Personas con historial de enfermedades mentales como depresión, desorden bipolar o desórdenes de ansiedad, presentan marcadores sanguíneos que sugieren una edad mayor a su edad cronológica. Tal situación podría explicar por qué las personas con problemas de salud mental viven vidas más cortas y padecen más enfermedades relacionadas al envejecimiento, en comparación con la población en general.
Los autores del estudio analizaron los datos de 168 metabolitos sanguíneos diferentes en más de 110 mil 780 participantes. Posteriormente, se vinculó la información del análisis sanguíneo con el historial de enfermedades mentales de los individuos. Se encontró que quienes padecían una enfermedad mental tenían un perfil de metabolitos más envejecido de lo correspondiente a su edad.
De acuerdo con un comunicado del doctor Julian Mutz y la profesora Cathryn Lewis, del King’s College de Londres, las personas con trastorno bipolar presentaron marcadores sanguíneos correspondientes a una persona dos años mayor a su edad cronológica. Y señalaron que aunque el hallazgo no explica todas las diferencias en términos de salud y esperanza de vida, entre la población sana y aquellos con padecimientos mentales, sí presenta al envejecimiento prematuro como un factor relevante.
Por su parte, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ODACDH) considera la salud mental como un derecho humano y reconoce la necesidad de enfoques integrales para procurarla. De esta forma, señala que no puede haber salud sin salud mental y que la buena salud mental va más allá de la carencia de la discapacidad mental. Los resultados de este estudio por la Asociación Europea de Psiquiatría son un ejemplo de por qué es necesario adaptar y extender este enfoque en las políticas sanitarias y de atención médica.
Además, otros estudios recientes asocian los trastornos de la mente con una menor esperanza de vida y una calidad de salud deficiente. También con un incremento en la tendencia a padecer enfermedades del corazón y diabetes, además de empeorar estos padecimientos con la edad. En cuanto a esperanza de vida, se calcula diez años menos en hombres y siete años en mujeres con padecimientos mentales.
Finalmente, según los investigadores, el vínculo entre un mayor envejecimiento biológico y el historial de enfermedades mentales podría cambiar la forma de monitorear la salud física de las personas con tales padecimientos. Asimismo, daría a la comunidad médica un nuevo enfoque para evaluar la efectividad de los tratamientos para estos pacientes.
NOTIPRESS.
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