STAFF / LIBRE EN EL SUR
Es la espina dorsal de la alcaldía Benito Juárez. Forma parte de la avenida más larga de la ciudad, que va desde Indios Verdes hasta la salida a la carretera a Cuernavaca. Corre de norte a sur, y el tramo correspondiente a nuestra demarcación está comprendido entre el viaducto Miguel Alemán y la avenida Río Churubusco.
La Avenida de los Insurgentes, que así cabalmente se llama, mide 28.8 kilómetros de longitud y está dividida en tres secciones: Norte (de Indios Verdes a la calle Mosqueta), Centro (de avenida Hidalgo a Reforma) y Sur de Reforma al monumento al Caminero).
Esta arteria, una de las más largas del mundo, tiene sus antecedentes en el siglo XIX, cuando se abrió el Camino Nuevo a San Cosme, al que ya a finales del Porfiriato se agregarían otros tramos para conectar hacia el sur con el camino rural México-San Ángel. Algunas partes tuvieron nombres como avenida Centenario y avenida Veracruz. Su trazo y fisonomía actuales, que incluye un camellón central, datan de la administración de Fernando Casas Alemán como jefe del entonces Departamento del Distrito Federal (1946-1952).
El tramo de Insurgentes Sur, abierto rudimentariamente en los años veintes, fue oficialmente inaugurado en 1952. Su nombre se refiere por supuesto a los integrantes del ejército que luchó por la Independencia de México al mando de Miguel Hidalgo y Costilla, a partir del llamado “Grito de Dolores”, el 15 de septiembre de 1810. La agrupación militar se formó básicamente de voluntarios, a partir del germen inicial compuesto por los ocho sirvientes del cura de Dolores, 70 presos liberados por él y unos centenares de campesinos, empleados y artesanos. Sin una estructura definida, el ejército insurgente creció con rapidez; en San Miguel el Grande ya eran cinco mil; en Guanajuato, 80 mil, y si bien llegaron a tener mayor cantidad de armas de fuego que el ejército realista, eran piezas mal fundidas y peor servidas.
El tramo juarense de Insurgentes Sur toca de norte a sur las colonias Nápoles, Del Valle, Ampliación Nápoles, Insurgentes San Borja, Ciudad de los Deportes, Nochebuena, Tlacoquemécatl, Extremadura Insurgentes, Actipan, Insurgentes Mixcoac, Crédito Constructor y San José Insurgentes. A lo largo del tiempo han existido en esta arteria una serie de edificaciones y parques emblemáticos, varios de los cuales se conservan hasta la actualidad.
En su parte inicial, del lado de la colonia Nápoles, estuvo el Parque de la Lama, en cuyos terrenos se construyó después el proyecto del Hotel de México, que derivaría luego en el Word Trade Center (WTC) y el Polifórum Cultural Siqueiros, hoy en remodelación. Cuadras más al sur había una glorieta, la Plaza California, en cuya parte oriente se construyó en 1942 la Fuente Monumental que aun funciona, y del lado contrario el acceso a la Ciudad de los Deportes, abierta en los años cuarenta e integrada por el hoy conocido como Estadio Azul y la Monumental plaza de toros México.
En torno a la propia glorieta funcionaron en diferentes épocas el cabaret La Fuente y los centros nocturnos Terraza Casino y Los Globos, antes de que ese espacio lo ocupara Rockotitlán. Los habitantes mayores de la BJ recuerdan con nostalgia lugares como El Gallito, en la esquina con avenida San Antonio, la Fonda Santa Anita y el restaurante típico Las Delicias, ya en la Nochebuena, poco antes de llegar al parque “Luis G. Urbina”, el más emblemático de la alcaldía y uno de los más concurridos de la Ciudad, conocido como el Hundido, con su famoso reloj floral con carátula de 10 metros de diámetro, que es el segundo mayor del mundo.
Un poco al sur, donde actualmente se levanta una torre anaranjada, estuvo la panadería y restaurante La Veiga, de enorme tradición, justo enfrente de donde se ubicaba otro punto icónico de la zona: la Tintorería Francesa (donde hay ahora una unidad de Samborn’s). Casi enfrente del parque Hundido, a través de la calle Millet, puede verse la capilla de San Lorenzo, en el parque del mismo nombre, una construcción franciscana del siglo XVI que se conserva como reliquia histórica y arquitectónica.
Y en la esquina con Félix Cuevas, hoy Eje 7 Sur, está desde 1956 la tienda Liverpool, cuyo espectacular árbol de Navidad fue referente de la capital durante más de seis décadas. En la confluencia de Insurgentes Sur y Río Mixcoac, donde hace unos cinco años se construyó un viaducto deprimido, se levanta actualmente una enorme construcción, la Torre Manacar, que ocupa el espacio del célebre cine que llevaba ese nombre y que tuvo su apogeo en los años ochenta y noventa del siglo pasado.
Por lo demás, nuestra Insurgentes Sur es sin duda una de las avenidas más bellas, modernas y pujantes de Ciudad de México, bordeada por enormes edificios habitacionales y torres corporativas, tiendas, restaurantes e incontables atractivos.
Es sin duda también –junto con la calzada de Tlalpan, las avenidas avenida Cuauhtémoc, Revolución, Patriotismo y Universidad y los ejes viales de Xola, Eugenia-San Antonio, Ángel Urraza, Félix Cuevas-Extremadura y José María Rico— una de las principales vialidades de Benito Juárez. A lo largo de esta vía corre la línea 1 del Metrobús, que si bien su construcción provocó la tala de cientos de árboles, se ha convertido en parte ya del paisaje urbano de la demarcación, con sus nueve estaciones es la zona.
Hoy, en la misma avenida se ha destinado en ambos sentidos sendos carriles exclusivos para ciclistas, que agregan un nuevo elemento de transporte y vialidad ecológico y rápido.
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