La casa hogar “Puente de Vida” es un albergue de día y casa hogar por la noche para niños y jóvenes en situación de calle; hombres y mujeres cuya mayor parte de su vida la han pasado en la calle, huyendo de la violencia intrafamiliar, el abandono, el abuso, las adicciones y hasta de su propia rebeldía.
Ahí son atendidas, informa la Delegación Benito Juárez, personas que desde muy temprana edad perdieron el cobijo del hogar y la protección de la familia. Individuos que prematuramente encontraron en la calle, el jardín, las coladeras o bajo puentes un espacio propio para subsistir. Un espacio libre, si, aunque frío, más de las veces triste, matizado por la ausencia de golpes, insultos y abusos; pero también, ausente de calor, protección, cariño y orientación familiar, cuyo derrotero esta determinado por la lucha cotidiana, violenta o no, por el alimento, el vestido, el techo y quizá, con mayor furor, por el alcohol o las drogas que les permitan paliar la soledad, el abandono propio o su orfandad.
Para María del Carmen Tuxpan García, responsable de la Casa Hogar “Puente de Vida” de la Delegación Benito Juárez, más allá de ofrecer servicios de alimentación, aseo, salud, recreación y deporte para las personas en situación de calle; “Puente de Vida” ofrece oportunidades para cambiar el sentido a la vida a partir de concebir y hacer suyos nuevos valores y conductas que les permitan reconocerse, reconstruirse o reinventarse a la medida de sus necesidades y expectativas de vida. “Estoy orgullosa de mi trabajo y los logros alcanzados en por lo menos 41 personas que han logrado superar el proceso de reinserción, hombres que con base a su esfuerzo han recuperado la autoestima y autodeterminación para superarse, conseguir un empleo digno y conquistar la confianza de sus empleadores”.
El albergue de día o casa hogar “Puente de Vida” se ubica por el número 59 de la calle de Guipuzcoa, en la colonia Niños Héroes de la DBJ. “Un inmueble público donde se atiende y apoya a personas que viven en situación de calle desde unos meses de vida y hasta los 29 años de edad. Los más pequeños son atendidos en el albergue de día, mientras que los de mayor edad, en proceso de reinserción, lo hacen en la Casa Hogar, siempre y cuando deciden que ya es tiempo de hacerse responsables de su propia vida y superación”.
“Puente de Vida” es un inmueble de dos pisos, “austero y un tanto sombrío”, donde docenas de jóvenes risueños y conviven cotidianamente, arropados por un acentuado olor a comida y muebles cubiertos con telas avejentadas que conforman la sala de estar y los dormitorios. Otros más, indiferentes o ensimismados, se refugian en el silencio o las fantasías únicas e inexpugnables.
Entre pasillos y estancias, los biberones, juguetes y un singular aroma a leche materna y otros hedores corporales anuncia la necesaria presencia de bebes, pero también evocan nostalgias perdidas o anhelos incumplidos que, como hombres o nuevos padres, se niegan a repetir o frustrar en sus vástagos recuerdos de infancia que de alguna forma han cincelado lentamente los débiles pechos, ya devastados por las adiciones al tabaco, alcohol, solventes inhalables, sin saber que tipo de drogas o sustancias tóxicas hayan ingerido.
En “Puente de Vida”, las personas de situación de calle encuentran el apoyo y asistencia para cambiar de vida y redescubrir un nuevo sentido a la vida: Desde tomar consciencia de su existir y sus conductas, adquirir una identidad propia y responsabilizarse de su existencia, hasta forjar con disciplina y autoestima, los hábitos, valores y conductas que les permitan reanudar sus estudios, conseguir un trabajo, fundar una nueva familia y vivir en una comunidad que respeta las normas de convivencia y bienestar.
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