El país se consolida como el segundo destino más visitado del mundo, solo detrás de Francia y por delante de EU.
Barcelona, Madrid, Palma de Mallorca, Sevilla y Valencia encabezan la lista de las ciudades más visitadas por extranjeros en territorio español.
STAFF / LIBRE EN EL SUR
España cerró 2024 con 94 millones de turistas extranjeros, un 10 por ciento más que en 2023, según cifras del Instituto Nacional de Estadística recopiladas por el portal especializado Magnet/Xataka. El propio presidente Pedro Sánchez convirtió ese número en emblema político al afirmar que en 2025 se romperá, ahora sí, la barrera simbólica de los 100 millones de visitantes.
Ese caudal coloca a España como el segundo país más visitado del planeta, solo detrás de Francia (102 millones de visitantes en 2024) y por delante de Estados Unidos (72 millones), de acuerdo con la Organización Mundial del Turismo y Statista.
En este ranking aparece también México, que en 2024 recibió alrededor de 44 millones de turistas internacionales, lo que lo ubica en el sexto lugar mundial.
El contraste es llamativo: México tiene una extensión territorial de 1 millón 964 mil 375 km², frente a los 505 mil 944 km² de España, es decir, casi cuatro veces más grande. Sin embargo, pese a esa diferencia de tamaño, España atrae más del doble de visitantes.
La economía ibérica refleja la magnitud del fenómeno. El País documentó que en el primer semestre de 2025 el turismo extranjero generó 59 mil 600 millones de euros —equivalentes a 1.19 billones de pesos mexicanos—, con lo que la aportación del sector al PIB llegó a un histórico 13,2 por ciento.

El atractivo se concentra en unas pocas ciudades: Barcelona y Madrid lideran la llegada de turistas internacionales, seguidas por Palma de Mallorca, Sevilla y Valencia. Más abajo aparecen Málaga, Granada y Bilbao, que han escalado posiciones por el auge de vuelos internacionales y la diversificación de su oferta cultural.
El precio de la fama: ciudades caras y comparativos globales
El boom turístico trae consigo un encarecimiento sostenido. Un informe de Idealista ubicó a San Sebastián como la ciudad más cara de España para vivir, con vivienda a más de 6 mil 71 euros por metro cuadrado (121 mil 420 pesos) y alquileres de 18,7 euros/m² (374 pesos/m²).
Barcelona ostenta el alquiler medio más alto del país, con 23,9 euros/m² (478 pesos/m²). Madrid sigue esa misma línea, empujada por la presión turística. Palma de Mallorca, Bilbao y Valencia completan el grupo de destinos con precios disparados.
Frente a estos costos, aún existen alternativas más asequibles. The Sun señaló a Blanes (Costa Brava) como la ciudad costera más barata en 2024: una semana de vacaciones cuesta alrededor de 445 libras (10 mil 235 pesos). Allí una cerveza se paga en 1,70 libras (39 pesos) y una cena para dos en menos de 30 libras (690 pesos).
Murcia, promocionada como el “Jardín de Europa”, ofrece paquetes desde 209 libras por persona (4 mil 807 pesos). En la Costa del Sol, Manilva encabeza la lista de resorts más económicos de 2025, con semanas que rondan las 371 libras (8 mil 533 pesos).
El encarecimiento español se entiende mejor en perspectiva global. De acuerdo con BudgetYourTrip, Suiza es el país más caro de Europa para turistas, con un gasto diario de 314 euros (6 mil 280 pesos). Le sigue Francia, con 262 euros diarios (5 mil 240 pesos).
España se mantiene en un punto medio: más cara que destinos emergentes como Armenia (34 euros = 680 pesos), Georgia (32 euros = 640 pesos) o Polonia (70 euros = 1,400), pero todavía lejos de los niveles prohibitivos de los Alpes.
Un comparativo de ciudades revela también el peso de la marca país. Madrid recibió cerca de 10 millones de visitantes internacionales en 2024, lo que la coloca entre las 20 ciudades más turísticas del mundo.
Ciudad de México, por su parte, ronda los 3 millones de visitantes extranjeros al año, según la Organización Mundial del Turismo y la Secretaría de Turismo.
La diferencia no solo radica en la cantidad. Madrid es uno de los destinos europeos más caros en términos de alojamiento, con un gasto medio diario que supera los 200 euros (4 mil pesos). En cambio, la capital mexicana ofrece un promedio de menos de 150 dólares (2 mil 700 pesos), prácticamente la mitad.
España, pues, se asienta en la élite mundial del turismo con récords económicos que llenan de orgullo, pero a un coste evidente: ciudades saturadas, precios que expulsan a los propios residentes y un espejo incómodo en el que hasta destinos latinoamericanos como Ciudad de México —con menor proyección internacional— resultan más accesibles para el viajero promedio.
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