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Está BJ entre las alcaldías de CDMX con mayor carencia de árboles

Tiene apenas el 17.7  por ciento de su territorio cubierto de vegetación arbórea, según Índice de Biodiversidad Urbana (IBU).

Benito Juárez es una de las ocho demarcaciones capitalinas que tienen menos de 25 por ciento de su territorio cubierto por árboles y arbustos, lo cual está muy por debajo de las recomendaciones internacionales.

Es también la alcaldía capitalina con menor índice de áreas verdes, con apenas 2.2 kilómetros cuadrados por habitante.

STAFF/LIBRE EN EL SUR

Benito Juárez es una de las ocho demarcaciones capitalinas que tienen menos de 25 por ciento de su territorio cubierto por árboles y arbustos, lo cual está muy por debajo de las recomendaciones internacionales necesarias para contar con mejores condiciones ambientales y de conectividad ecológica. 

De acuerdo con el Índice de Biodiversidad Urbana (IBU) de la Ciudad de México de 2025, Tláhuac es la demarcación con más carencia de arbolado, pues apenas cuenta con 10.18 por ciento de su territorio cubierto con este tipo de vegetación.

Le siguen Venustiano Carranza con 11.70 por ciento; Iztacalco, con 11.97; Iztapalapa, con 12.26; Cuauhtémoc, con 13.68; Azcapotzalco, con 15.10; Benito Juárez, con 17.50, y Gustavo A. Madero, con 21.90.

La alcaldía Benito Juárez aparece también en otros estudios en el último lugar en el índice que mide la proporción de áreas verdes por habitante, con apenas 2.2 metros cuadrados por habitante, según  los resultados mediciones del INEGI  y el Inventario de Áreas Verdes Urbanas de SEDEMA,

La superficie de área verde promedio por habitante en la Ciudad de México es de 7.54 metros cuadrados por habitante, cuando la recomendación de la Organización Mundial de la Salud es de un  mínimo de entre 12 y 15 metros cuadrados.

Significativamente, Benito Juárez es también una de las demarcaciones capitalinas más afectadas por la tala irracional de árboles, sobre todo para la construcción de desarrollos inmobiliarios.

Un ejemplo actual de ello es el del caso del árbol Laureano, que logró ser salvado temporalmente del derribo por una movilización vecinal, amenazado por los constructores de un edificio de departamentos de lujo, en la colonia Tlacoquemécatl del Valle, predio en el que otros cuatro árboles fueron derribados a escondidas según documentó Libre en el Sur con un dictamen oficial.

Todo esto subraya el sentido ambientalista de la demanda de los residentes de que ese predio, ubicado en la esquina de las calles Fresas y Miguel Laurent,  sea destinado a un parque público, en el que haya árboles, un huerto urbano y un área de plantas polinizadoras.

El documento del IBU difundido este domingo en su primera plana por el diario Excélsior, precisa que estas demarcaciones apenas obtuvieron un punto de cuatro posibles en la evaluación de este indicador.

Además, coinciden con las zonas de islas de calor de la capital, las regiones donde las temperaturas son más elevadas.

Explica la nota firmada por el reportero Jonás López, que para obtener los cuatro puntos en la evaluación, es necesario que las demarcaciones cuenten con más de 55 por ciento de su territorio cubiertas por copas de árboles o vegetación arbustiva.

En la CDMX sólo La Magdalena Contreras, con 71.63 por ciento y Cuajimalpa, con 67.10, obtuvieron los cuatro puntos.

El IBU indica que las áreas arboladas son indispensables en las ciudades porque proporcionan espacios estéticos y placenteros necesarios para el desarrollo humano, debido a que producen una sensación de bienestar, invitan a la reflexión y suministran bienes y servicios ecosistémicos al moderar la radiación solar, regular la temperatura ambiental y amortiguar los impactos de las inundaciones”,

Destaca también que las áreas arboladas son cruciales para las ciudades, ya que no sólo mejoran la estética, sino que también proporcionan importantes servicios ecosistémicos.

“El problema se agrava debido a la introducción de especies exóticas como laurel de la India, hule, fresno, roble australiano o pino de oro, jacaranda, ciprés común o ciprés mediterráneo, trueno, álamo blanco, tuja y palma de abanico”,  pone el documento publicado por Excélsior.

Agrega que debido a ello, es primordial integrar cada vez más especies nativas que brinden condiciones y recursos necesarios para preservar la vida silvestre urbana y para realizarlo es importante conservar o restaurar el suelo, evitando la contaminación con residuos de construcción (cascajo), basura y otros elementos que afectan el desarrollo de las raíces y su crecimiento”, indica el estudio.

El documento recomienda asimismo la ejecución de políticas de ordenamiento urbano que eviten la expansión no controlada de la urbanización, “ya que esto ejerce una fuerte presión sobre las áreas con vegetación nativa, provocando su pérdida y propiciando la introducción de árboles exóticos”.

Pone finalmente que “la selección de especies para la reforestación y/o revegetación es de suma importancia y se recomienda dar preferencia a los árboles nativos procurando que el suelo sea el adecuado”.

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