STAFF / LIBRE EN EL SUR
Una hilera de vallas que cubre toda la longitud frontal del Palacio Nacional, el hogar a la vez del presidente Andrés Manuel López Obrador, colocadas para impedir que feministas se aproximen al inmueble, fueron convertidas por colectivos de mujeres en un enorme mural con cientos de nombres de las víctimas de feminicidios.
La mayor protesta gráfica contra la violencia de género.
Fue la culminación de una jornada marcada por numerosas protestas en redes sociales, una “tormenta”, con mensajes donde se cuestionaba la imposición de las vallas gubernamentales con las que se busca que grupos de feministas se aproximen al Palacio, hecho que se comparó con acontecimientos históricos donde prevaleció la cerrazón política y el autoritarismo.
Desde el viernes, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum había advertido que las protestas contra la violencia a las mujeres, en el marco del 8M, serían contenidas.
Las manifestaciones coinciden con el repudio de mujeres, incluso militantes de Morena, a la confirmación de la candidatura de Félix Salgado Macedonio al gobierno de Guerrero, López Obrador reconoció implícitamente una confrontación entre las féminas y su gobierno al intentar justificar la imposición del cerco a Palacio Nacional.
“Están en todo su derecho de protestar, de expresarse, de manifestarse, pero hay mucha provocación, mucha gente que se infiltra y que lo que busca es causar daño, utilizan como forma de protesta la violencia y tiran bombas molotov y no queremos que haya heridos de ningún bando”, sostuvo.
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