Centenares de casetas telefónicas irrumpen en la imagen pública de parques y calles de la Delegación Benito Juárez pese a que prácticamente ya nadie las usa.
A lo largo y ancho de la demarcación, colocados algunas veces en grupos de dos o tres casetas, los armatostes son usados únicamente para anuncios comerciales –de lo que también hay completa opacidad—, pues existen casos en que ni siquiera hay aparatos telefónicos o están rotos.
La Autoridad del Espacio Público informó que, como parte de la remodelación integral de la Avenida Insurgentes Sur y la restitución de banquetas, desde el Eje 3 Sur Baja California hasta Río Mixcoac (tramo que cruza todo el territorio de Benito Juárez), se están retirando todos los teléfonos públicos de la importante arteria vial.
Los de Telmex, que usan tarjeta, serán reinstalados en las bocacalles, pero los de moneda no más, pues no cuentan con los permisos respectivos.
El problema, a decir de Roberto Remes, titular de la AEP, es que las casteas telefónicas son como los vendedores ambulantes, que “de un día para otro aparecen en cualquier punto”, con o sin autorización. “Son como hongos sanjuaneros”, añade. “Nunca sabes cuál tiene permiso”.
A diferencia de lo ocurrido recientemente en Insurgentes Sur, en las calles interiores, que son responsabilidad de las autoridades delegacionales, a la instalación de casteas telefónicas ni se les retira ni se les pone límites, lo que resulta en un estorbo para los peatones y en una degradación de la imagen urbana.
(En la foto, tres casteas inútiles en la esquina de Porfirio Díaz y Augusto Rodin, colonia Nochebuena)
comentarios