STAFF / LIBRE EN EL SUR
La autoridad delegacional en Benito Juárez reconoció el gasto de casi un millón de pesos en la compra de 30 pares de letras ‘B’ y ‘J’, fabricadas en lámina, que han sido colocadas en parques, plazas, camellones y banquetas de la demarcación y que han sido repudiadas públicamente por vecinos de diversas colonias.
Sin embargo, al solicitarle la información a través del sistema de transparencia, eludió explicar cuáles fueron los criterios para pintar dichas letras con los colores distintivos del Partido Acción Nacional.
La única justificación expuesta fue la obligatoriedad de la Dirección General de Servicios Urbanos de “mantener una buena imagen urbana al conservar en buen estado y funcionamiento las fuentes, monumentos, bustos, esculturas, el mobiliario urbano, los juegos infantiles y aparatos para acondicionamiento físico existentes en parques, camellones, plazas, jardines, glorietas, triángulos y remanentes, por medio de un mantenimiento permanente”.
En el oficio DGDD/DPE/CMA/UDT/4196/2017, de dicha Dirección General, fechado el 27 de agosto del 2017 y cuya copia obra en poder de Libre en el Sur, se precisa que cada letra de 1.80 metros de altura, fabricada con “lámina calibre 16 de acero al carbón con pintura electrostática”, tuvo un costo de 16,007 pesos.
Por 30 pares de esas letras la Delegación pagó $960,420.14 pesos a la empresa Almazán Arqs., S.A. de C.V., de la que se dice obtuvo el contrato por licitación pública.
Ante la solicitud expresa del peticionario de anexar copia de los permisos por parte de la DBJ o de la Autoridad del Espacio Público para colocar las letras en parques y espacios públicos de la demarcación, la autoridad delegacional respondió que es competencia de esta Dirección General el mantenimiento y conservación del mobiliario e imagen urbana de los espacios públicos, parques, plazas y áreas verdes de la demarcación”.
La colocación de las llamadas “letras panistas” ha provocado una indignación creciente por parte de vecinos de diferentes colonias de la demarcación. El domingo pasado, activistas y coordinadores vecinales participaron en una protesta donde pintaron consignas y colocaron letreros sobre los armatostes.
Entre las expresiones que quedaron grabadas en las letras azul y naranjas que se encuentran en los parques Hundido, Tlacoquemécatl y San Lorenzo (tres espacios protegidos por la Ley de Salvaguarda de CDMX, que prohíbe expresamente la alteración de su imagen urbana) estaban las relativas a lo que los residentes consideran una implantación ilegal y un uso indebido de recursos públicos en fines político-electorales.
El 8 de agosto del año pasado, una pronta reacción vecinal impidió la consumación de un atentado contra la Plaza Valentín Gómez Farías, en la colonia San Juan Mixcoac, uno de los sitios de mayor valor histórico, arquitectónico y cultural de toda la demarcación. Pese a ser un espacio patrimonial, restaurado hace siete años mediante una inversión de cinco millones de pesos, las autoridades delegacionales panistas pretendieron instalar ahí las letras “B” y “J.
Para instalar las enormes letras, se empezó por romper el piso de la plaza, cubierto de mármol de San Carlos desde la restauración realizada por la Autoridad del Espacio Público del Distrito Federal, en 2011. Los vecinos impidieron que los trabajadores continuaran con la destrucción y solicitaron el apoyo de la policía capitalina, por lo que arribaron al lugar dos patrullas y una camioneta de la dirección de Seguridad Pública de la Ciudad de México.
El titular de Participación Ciudadana, Óscar Ayala, informó finalmente a los residentes que la instalación quedaba suspendida, por lo que procedió a resanar provisionalmente el piso dañado y a retirar las letras de lámina, sobre las que algunos vecinos escribieron leyendas como “Para que sigan votando por el PAN”.
comentarios