MARIANA MALAGÓN
La Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México autorizó en 2017 el derribo de 42 árboles, entre ellos 15 de especies protegidas por la Ley de Salvaguarda de la Ciudad de México, para dar pie a la ampliación del centro comercial Galerías Insurgentes.
Dicha dependencia desconoce hasta el momento cuántos árboles se derribaron efectivamente en el predio, ubicado en Oso 51, en la colonia Actipan de la Alcaldía Benito Juárez, por lo que no existe constancia de que la ya ejecutada tala haya respetado el límite impuesto en la autorización gubernamental, toda vez que originalmente hubo ahí 83 árboles.
Según el Acuerdo Administrativo SEDEMA/DGRA/DEIA/004929/2017, del que Libre en el Sur tiene copia, la Secretaría, entonces encabezada por Tanya Müller, autorizó el derribo de 12 fresnos, tres cedros y 27 ejemplares.
Tanto los cedros (Fraxinus undhei), como los cedros (Cupressus lindleyi), son especies consideradas monumentos urbanísticos de la CDMX por la Ley de Salvaguarda del Patrimonio Urbanístico Arquitectónico del Distrito Federal. (Artículo 15).
“Esta DGRA autoriza únicamente el derribo de 42 (cuarenta y dos) árboles de las siguientes especies: un Budleja cordata,3 (tres) Cupressus lindteyi, 2 (dos) Eucalyptus globulus, un Ficus benjamina, un Ficus carica, un Ficus elastica, 12 (doce) Fraxinus uhdei, una Jacaranda mimosifolia, 8 (ocho) Ligustrum lucidum, 2 (dos) Persea americana, un Pinus patula, 2 (dos) Prunus persica, un Schinus molle, una Yucca elephantipes”, según pone una respuesta de solicitud de información pública.
Además, autorizó el trasplante de 13 individuos árboreos y la plantación de tres jacarandas, como medida de restitución por el derribo. (Oficio PAOT-05-300/003032-2019).
En marzo de 2018, la Inmobiliaria Floreal SA de CV, constructora a cargo de la ampliación del Galerías Insurgentes, realizó la tala de los árboles que vivían en Oso 51, aunque se desconoce la cantidad de derribos.
En 2015, la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT) realizó un censo del arbolado que se encontraba en el predio, donde se contabilizaron 83 ejemplares, de los cuales 73 estaban sanos.
En el documento, la Sedema reconoció que desconoce la cantidad de árboles que hasta la fecha se talaron. “Esta Unidad Administrativa no tiene conocimiento de los árboles que ya fueron derribados”, indicó la Secretaría.
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