ALEJANDRA OROZCO
Cuando apareció Mon Laferte, en el Zócalo había más de 45,000 personas, inicio con El Gavilán de Violeta Parra y Vivir sin miedo con Vivir Quintana y el coro El Palomar.
Al concluir pidió al público no un minuto de silencio sino el tiempo que quisieran para gritar por las mujeres muertas y desaparecidas, durante casi tres minutos se escuchó el grito de “ni una más”, mientras se proyectaban en la pantalla las fotos de esas mujeres.
Mon pidió al presidente y a México no olvidar sus nombres y sus rostros y rompió en llanto al igual que muchos de quienes la escuchaban.
Sin guardarse nada presentó un espectáculo completo cargado de energía. La artista se transforma en cuanto abre la boca para cantar, llena de fuerza, atrevida, desgarradora; que contrasta con su voz suave, casi timida cuando acaba cada canción y dice “gracias”.
Un magnífico espectáculo de mujeres; la audiencia gritó, bailó, lloró. Fue el banderazo del festival Tiempo de Mujeres de la Ciudad de Mexico.
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