Un megaproyecto de lujo opera con una licencia de demolición que caducó hace casi un año, sin exhibir permisos vigentes.
La obra pone en riesgo a un frondoso y hermoso árbol de 30 metros de altura que, irónicamente, es usado como gancho de venta, reavivando la lucha vecinal por la protección del arbolado urbano en la alcaldía Benito Juárez.
STAFF/LIBRE EN EL SUR
Un imponente laurel de la India (Ficus benjamina) de más de 30 metros de altura, cuyo porte es comparable con el famoso “Laureano” de Tlacoquemécatl, se encuentra bajo la amenaza inminente de ser talado en la colonia Extremadura Insurgentes. El ejemplar se ha convertido en la nueva víctima de un megaproyecto inmobiliario que opera en la ilegalidad y sin respeto por la vida vegetal.
En el predio de Cerrada de Empresa 3, un desarrollo de Grupo Nurico S.A. de C.V., promovido por el representante legal Ricardo Nurko Javnozon, ha iniciado trabajos de demolición que, de no ser supervisados, podrían terminar con la vida de este árbol. A pesar de que la lona de publicidad del proyecto Casa Verde lo promueve como su principal atractivo, la realidad en el lugar es otra: el árbol no tiene protección y su integridad está en entredicho.

La obra opera con una Licencia Especial de Demolición (folio BEJ-VUC-FMB-28112024-0025) que caducó desde hace casi un año, el 18 de septiembre de 2024. No se exhiben permisos vigentes de construcción ni nuevas autorizaciones, lo que aumenta la preocupación de que una tala se pueda llevar a cabo sin el debido sustento legal.
Una historia que se repite y enciende las alarmas vecinales
El riesgo para el laurel de la India es grave y palpable. Alrededor de su tronco ancho y bifurcado, se han acumulado escombros, varillas y material de obra. No se observan vallados ni señalizaciones que resguarden al ejemplar, lo que genera una compactación del suelo que podría facilitar un eventual derribo, bajo la justificación de que el árbol representa un peligro.
Especialistas en arbolado urbano han advertido que los ficus, con sus raíces superficiales, requieren una protección estricta. Las excavaciones y cimentaciones cercanas pueden provocar un estrés fisiológico severo, así como el desbalance estructural del ejemplar, lo que podría usarse como pretexto para su tala.
La situación en Cerrada de Empresa 3 confirma un patrón recurrente en la alcaldía Benito Juárez: proyectos inmobiliarios que presumen modernidad, pero que operan sin exhibir licencias vigentes y con afectación al medio ambiente. Este caso, que ha motivado la preocupación vecinal, plantea interrogantes inmediatas a las autoridades sobre la falta de vigilancia y la protección de los ejemplares de la ciudad.
Este nuevo conflicto se suma a la lucha activa del movimiento vecinal por la protección del arbolado urbano en la demarcación, demostrando que la exigencia ciudadana está lejos de concluir.
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