Senadoras, especialistas y funcionarias del Gobierno Federal, coincidieron en la necesidad de priorizar la salud mental, emocional y física de las mujeres y niñas, durante la cuarentena.
Durante el Cuarto Conversatorio Digital sobre la Situación de las Mujeres y Niñas ante el COVID-19, que se llevó a cabo a través de medios digitales, aseguraron que esta situación de aislamiento provoca una mayor carga laboral para las mujeres, debido a que además del trabajo remunerado, también deben realizar labores domésticos, educativas y cuidado de personas enfermas.
La presidenta de la Comisión Para la Igualdad de Género, Martha Lucía Micher Camarena, advirtió que la cuarentena tiene un impacto diferenciado en las mujeres, ya que reciben una sobre carga de labores.
Dijo que es fundamental analizar el trabajo desde casa con perspectiva de género. Se exige el mismo rendimiento o mayor en sus trabajos, y ante el cierre de escuelas y guarderías, las mujeres son las encargadas de las tareas de educación.
Aseguró que la sobrecarga laboral, el aislamiento social, la crisis económica de las familias y el miedo a contagiarse del virus, obliga a las autoridades a analizar la situación emocional de las mujeres.
En tanto, la senadora de Morena, Blanca Estela Piña Gudiño, expresó que el actual problema sanitario, la situación de precariedad social y el escenario de violencia doméstica, afecta la salud mental de las mujeres trabajadoras.
Manifestó que “las crisis tienen un rostro femenino” porque cuando el ingreso se reduce, son ellas quienes cuidan el dinero; además, educan y procuran el bienestar de las familias. Durante la pandemia, insistió, dedican tiempo al cuidado de personas, actividades educativas, trabajo remunerado y labores domésticas.
Todo ello, significa un desgaste psicológico que impacta negativamente en la salud emocional y física de mujeres trabajadoras, advirtió.
La senadora Patricia Mercado, de Movimiento Ciudadano, coincidió en que es necesario impulsar una distribución del trabajo con perspectiva de género y generar consciencia social de la “gran labor que realizan las mujeres al interior de los hogares durante esta pandemia”.
Por otro lado, comentó que se debe promover la capacitación de mujeres hacía las opciones de empleo y oportunidades que la pandemia esta generando en las nuevas tecnologías y los patrones de consumo.
Martha Delgado Peralta, subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, dijo que es un momento muy crítico que va a “exacerbar” las desigualdades que las mujeres históricamente padecen. “Se debe romper el estereotipo de los roles que las afectan de manera física y emocional”.
Refirió que en México las mujeres trabajan 39 horas semanales en las tareas del hogar, frente a las 14 que hacen los hombres; y de los 2.2 millones de personas que se dedican al trabajo doméstico, 90 por ciento son mujeres.
En este sentido, afirmó que la pandemia tiene efectos diferenciados en las poblaciones vulnerables, “como los son mujeres y niñas, por eso se debe poner especial atención a su salud mental”. La crisis, puntualizó, nos permitirá replantear muchos temas que tienen que ver con el género.
Por su parte, Roció Mejía, coordinadora del Programa Tandas, aseguró que las mujeres no tienen acceso equitativo al mercado formal de financiamiento. Desde el gobierno, precisó, se esta trabajando para que las finanzas sean inclusivas y disminuyan la pobreza en los sectores sociales más desfavorecidos.
Subrayó que para el modelo de la Cuarta Transformación, es fundamental la participación de las mujeres. Sólo si tienen acceso a recursos financieros, podrán fortalecer su incorporación al segmento laboral y así disminuir la brecha de desigualdad, concluyó.
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