Más de dos meses después de su terminación y sin ninguna representación de la Delegación Benito Juárez, el mediodía de este miércoles fue por fin inaugurada formalmente la rampa de acceso para discapacitados en el Parque Hundido, construida en el predio de Millet 72, en la colonia Extremadura Insurgentes, que fue adquirido por el gobierno del Distrito Federal el año pasado luego de clausurar la construcción ilegal de una torre de departamentos de lujo enclavada en pleno jardín público.
La rampa de 75 metros en forma de “Z”, forma parte de los arreglos hechos al terreno de más de 900 metros cuadrados donde estuvo una casa catalogada por el INBA, la llamada Casa del Parque Hundido, que fue demolida para la edificación del condominio, con un permiso otorgado por la Delegación Benito Juárez, entonces encabezada por el panista Germán de la Garza Estrada. La construcción fue suspendida cuando tenía ya cimientos y un primer nivel, los que fueron demolidos por la autoridad, que finalmente adquirió el terreno en 22 millones de pesos, la mitad de ellos cubierta por el Delegación Benito Juárez.
El 29 de septiembre del año pasado, el jefe de Gobierno Marcelo Ebrard Casaubón, acudió con los residentes para dar el “banderazo” a la demolición de la obra negra del malogrado edificio. El predio de Millet 72, anunció, sería integrado al parque. Héctor Rojas, líder del movimiento vecinal, le pidió ir tras quienes permitieron las corruptelas. El jefe de Gobierno le aseguró que en un mes daría a conocer los resultados de una investigación y que se sancionaría a los funcionarios culpables, “del nivel que sean”, cosa que hasta la fecha, más de nueve meses después, no ha ocurrido.
El acto inaugural fue encabezado por el titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI), Felipe Leal Fernández, y el dirigente de la asociación civil Vecinos del Parque Hundido, Héctor Rojas Pruneda, quienes develaron una placa alusiva y cortaron el simbólico listón, antes de recorrer con los vecinos presentes la nueva rampa. Leal Fernández ponderó ante dirigentes de diversos comités vecinales de la zona ahí presentes la colaboración entre vecinos y autoridades, que hizo posible que sin enfrentamientos y a partir del diálogo se recuperara este importante espacio abierto para uno de los parques más emblemáticos de la ciudad de México, lo que constituye un ejemplo que debiera ser replicado.
Sobre la presunta culpabilidad de funcionarios y exfuncionarios que permitieron la demolición de una casa catalogada y la construcción irregular de la torre de condominios en pleno Parque Hundido, Leal reconoció en entrevista posterior que no se ha actuado hasta ahora contra ninguno de ellos, pero aclaró que la investigación correspondiente está en manos de la Contraloría General del DF y a punto de concluirse.
Por su parte, la vecina Leticia Calderón, investigadora del Instituto Mora, al hacer uso de la palabra destacó que este caso demuestra cómo aun en tiempos difíciles se pueden hacer cosas y sentenció que “ese muro tenía que caer como cayó el Muro de Berlín”. Acudieron también los coordinadores de los comités ciudadanos, entre ellos Raúl Rosas, de la colonia San Juan; Rocío Carrillo, de la Nochebuena; Carlos Morfin, de Tlacoquemécatl, así como Silvia Ledesma, presidenta del Consejo Vecinal Delegacional de Benito Juárez. No asistió ningún funcionario de la DBJ.
El área fue enjardinada con pasto y plantas, así como media docena de árboles. La rampa en “zigzag”, que tiene muros bajos cubiertos de enredaderas, tiene acceso por la calle Millet y baja hasta el área de juegos infantiles del parque “Luis G. Urbina”, su nombre oficial.
La obra, que tuvo un costo de 987 mil pesos, quedó lista desde el pasado 6 de mayo, pero es hasta ahora que ocurre la inauguración oficial. Durante más de dos meses se mantuvieron verdes los pastos y las plantas mediante riego de todos los días y dos veces tuvieron que replantarse las enredaderas que caen por los muros de la rampa.
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