Libre en el Sur

Indígenas, homosexuales y tonalidad de piel, por lo que más se discrimina en CDMX

SUSANA HERNÁNDEZ VALLES

Trabajar para que la Ciudad de México sea un lugar en donde la discriminación no tenga cabida, donde se respete la diversidad y se valore como lo que es, el cosmos al que pertenecen todos los seres humanos, es el compromiso de Geraldina González de la Vega, presidenta del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred).

La nueva dirigente del Copred señaló que unos de los retos más importantes de esta gestión será el de concretizar y desarrollar la Constitución de la Ciudad de México, que entró en vigor el 17 de septiembre pasado.

Discriminación. Hacer vigente nueva Constitución de CDMX Foto: Web.

 

Si bien establece nuevas atribuciones para algunos entes de gobierno, también refuerza los derechos, “es una Constitución muy progresista, muy garantista y en el tema de igualdad y no discriminación, establecen obligaciones de mandatos para todas las autoridades”.

En ese sentido, explicó que desde el Consejo se habrán de atender, aterrizar e implementar dentro del gobierno el tema de políticas públicas, pero también en el acompañamiento con el ámbito legislativo y judicial.

Asimismo, expresó que su gestión estará enfocada a reforzar la atención a quejas y denuncias que presentan las personas, lo cual representa una tarea importante de sensibilización y de concientización sobre lo que es la discriminación y los efectos que estos tienen en la desigualdad que todavía persiste en la ciudad.

De acuerdo con la Encuesta sobre Discriminación en la Ciudad de México 2017 (EDIS) en el tema de la percepción de la discriminación que mide esta encuesta, el grupo que se percibe más discriminado son las personas indígenas, seguidas de las personas gay y después de las personas por tonalidad de piel.

En entrevista con Notimex, refirió que las personas no son unidimensionales, “a mí me gusta más atacar el problema a partir del clasismo y el racismo, que todavía perviven en nuestra sociedad, en nuestras actitudes, en el lenguaje, nuestras expresiones, que yo creo que son unos de los retos más grandes”.

Destacó que la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti e Intersexual (LGBTTTI) es una prioridad, pero también atacar este tipo de actitudes que discriminan a personas por su trabajo, como a las trabajadoras del hogar.

Así como a personas por su origen, que vienen de comunidades indígenas y se desplazan a la Ciudad de México; por su tonalidad de piel, que pertenecen inclusive a comunidades afromexicanas o afrodescendientes y que viven en la ciudad, serían una de las grandes problemáticas de las que se habrían de atacar.

“Hacen falta mejores políticas públicas para combatir la discriminación, que transversalicen, es decir, incluyan dentro de todas las acciones de gobierno, dentro de todas las líneas de política pública, una visión de igualdad y de no discriminación”.

Sobre todo, que se entienda a la discriminación desde un punto de vista estructural, porque se piensa en ella sólo en casos aislados, individuales, de autoridades o de particulares que de manera arbitraria discriminan o tratan de manera diferente a las personas, o de manera injusta.

“No vamos a resolver el problema de fondo, el truco estará en planear políticas públicas, en planear una legislación que ataque al problema de raíz, porque la desigualdad es un problema estructural arraigado en la sociedad, en las normas, en las instituciones y en toda la estructura social”, destacó.

El Consejo es un aliado dentro de la administración pública de la Ciudad de México para colocar el tema de la discriminación como un área prioritaria donde el gobierno tendrá que cambiar prácticas que discriminan en caso de tenerlas, anotó.

“Yo creo que va a ser un trabajo muy armónico, porque por lo que he podido, ver y leer, es que el nuevo gobierno tiene una convicción de proteger los derechos humanos y además a partir de la Constitución es una obligación robusta para respetarlos y garantizarlos”, recalcó.

De manera interna, expuso que Copred es un equipo muy pequeño que tiene 13 personas de estructura y alrededor de 28 millones de pesos de presupuesto y con eso se han logrado muchas cosas, pero no es suficiente, se necesitan reforzar todas las áreas.

Agregó que “ahora con los retos que tenemos sobre la nueva Constitución, y el trabajo con el nuevo gobierno que implicarán el diseño de nuevos programas y planes de gobierno, requerimos apoyar esta planeación de políticas públicas y dar seguimiento legislativo”.

Por otro lado, el área de atención a las víctimas y a la población en general también requiere apoyo, porque de los últimos siete años que tiene de vida el Consejo se han recibido alrededor de ocho mil denuncias, de los cuales solo dos mil 500 son de este año.

Eso quiere decir que el trabajo que tienen aumenta, pues la percepción de discriminación crece, se deja de normalizar dichas prácticas e implica más trabajo, en el sentido de atención la cual está relacionada y va de la mano con la capacitación y la orientación que se da.

NOTIMEX.

 

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