DINORAH PIZANO OSORIO
El voto es un derecho el cual debemos ejercer con entusiasmo y libertad. El calendario de la vida nacional nos coloca de frente al proceso electoral más importante de los años recientes, pues además de presidente de la República, los mexicanos elegiremos diputados federales, locales, senadores y nueve entidades tendrán nuevo gobernador.
Con independencia de perfiles y partidos, como nación democrática evidenciaremos nuestra capacidad para acudir a las urnas en orden, civilidad y sentido ciudadano. Asimismo las instituciones estarán sometidas a prueba en términos de la suficiencia que poseen para llevar a cabo una jornada y proceso exitosos. México debe mandar un claro mensaje como país: las instituciones son fuertes y la ciudadanía robusta.
Lo considero así toda vez que el clima de disputa por la simpatía de los posibles electores genera tensiones de todo tipo, mismas que en algunos casos enriquecen la discusión y disponen más herramientas para tomar una decisión. Sin embargo existen también casos en los cuales las diferentes opiniones generan encono, enfrentamientos y descalificaciones.
Por ello reitero que el ejercicio ciudadano debe ser ejemplar en cuanto al porcentaje de participación y la paz que prive durante el 1 de julio y los días posteriores. Como mexicanos es deseable avanzar hacia mayores niveles de sociabilidad e interiorizar que los cambios a nivel social ocurren de manera transversal, paulatina y por el esfuerzo constante de la sociedad en su conjunto.
Acudir a las urnas debe abordarse desde la óptica del entusiasmo y con la idea de todo lo que implica tener un país libre, la cantidad de compatriotas que dispusieron trabajo y talento para celebrar las elecciones. Son millones de personas las involucradas en la impresión de boletas, cuidado de las casillas, conteo de votos, campañas de las diferentes expresiones partidistas, millones de simpatizantes apoyando en las plazas públicas, canciones, arengas… somos un país vivo y debemos sentirnos orgullosos de ello.
No es un eufemismo reiterar la frase “voto libre y secreto”, pues encierra una de las conquistas democráticas y graba en la memoria que ante la boleta, antes de cruzar algún logotipo, no deben existir presiones de tipo alguno. Este país lo construimos todos, todos los días, con nuestro trabajo, entrega y pasión, en consecuencia decidir el sufragio por cualquier expresión es, más allá de una obligación, un derecho conquistado.
Vayamos pues a votar, con entusiasmo, alegría, paz y amor por México.
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