El actual territorio de la delegación Benito Juárez era parte del inmenso Lago de Texcoco y su ribera suroeste, en que se asentaba la mayoría de los pueblos prehispánicos que dieron origen a nuestras colonias, lo que explica la peligrosidad sísmica de la zona, publica ‘Libre en el Sur’ en su edición impresa del mes de octubre, en la que describe un mapa elaborado por la asociación Metrópoli 225 con base en información del INAH, que así lo muestra.
El periódico, que empezó a circular este lunes, menciona que a la llegada de los conquistadores españoles al Valle de México, hace casi cinco siglos, la mayoría de los poblados indígenas originarios asentados en lo que hoy es la delegación Benito Juárez, se ubicaban en las “playas” de la ribera suroeste de lo que fue el lago de Texcoco, como se describe en un mapa elaborado por la asociación civil Metrópoli 2025 con base en información del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en el que se marcan también las actuales vialidades para dar idea cabal de la distribución de aquellas comunidades, mapa que ilustra la información del periódico juarense.
Ese origen lacustre, además de arrojar luz sobre la identidad y la vida cotidiana de aquellos pueblos, explica por qué el territorio de nuestra demarcación y particularmente 24 colonias del Oriente de la misma es considerado una zona de peligrosidad sísmica, cuyo impacto es de 25% en caso de movimientos telúricos, según el Diagnóstico de Vulnerabilidad y Riesgos publicado en la gaceta oficial del DF el 10 de abril de 1997.
El mapa, que abarca todo el Valle de México, incluye además de la ubicación de los asentamientos prehispánicos, los canales, las calzadas prehispánicas, los islotes y canales del lago y las vialidades principales actuales, como las avenidas Insurgentes, División del Norte, Coyoacán, Universidad, Río Churubusco, Eje Central, Xola y calzada de Tlalpan, en el caso de la DBJ.
La edición de octubre de ‘Libre en el Sur’ incluye un reportaje sobre la demolición de la construcción ilegal de Millet 72, en Insurgentes Extremadura, donde se pretendía construir una torre de seis pisos en pleno Parque Hundido y que fue adquirido por el gobierno del Distrito Federal para devolverle el predio al parque, así como la promesa del jefe de gobierno Marcelo Ebrard de castigar a los funcionarios responsables de permitir esa obra durante la administración del delegado Germán de la Garza (2006-2009) en BJ.
Otra información se refiere a un nuevo caso de demolición indebida de una casa catalogada por el Instituto Nacional de Bellas Artes por su valor artístico e histórico, ubicado en el número 15 de la sufrida calle Millet, a la que la autoridad delegacional dio un permiso de “demolición parcial”.
Y, como cada año, se publican las tradicionales ‘Calaveritas juarenses’, versos que con motivo del próximo Día de Muertos se refieren a personajes, sucesos o problemas de nuestra demarcación y su entorno.
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