Libre en el Sur

Las chapuzas que vienen

Dice el clásico del alacrán que está en su naturaleza envenenar. Así el grupo del delegado panista en Benito Juárez, Jorge Romero Herrera, que se alista para hacer otra de las suyas. Como los integrantes de ese clan –que es dueño del Comité Regional del albiazul en la capital—no se dieron cuenta en su soberbia que otros grupos internos como el de Federico Döring y Santaiago Creel estaban haciendo su chamba y les ganaron la militancia en Cuajimalpa y Miguel Hidalgo, enviaron al Comité Ejecutivo Nacional una “propuesta” (así le llaman ahora a las trampas), para que en los distritos federales de esas demarcaciones los candidatos a diputados sean designados y no electos por los miembros del partido.

El propósito es claro: En los distritos “panistas” que Romero controla, como el 15 de Benito Juárez y el 26 de Álvaro Obregón, que maneja su “hermano” Rafael Medina (¿les suena con algo relacionado con una golpiza durante el mundial de futbol en Brasil?), sí habrá “la mayor democracia”, voto abierto a toda la militancia (que ellos controlan). En cambio, en otros tres distritos federales “ganables” para el PAN, de Cuajimalpa, Coyoacán y Miguel Hidalgo, irán por la “designación” (que así llaman ahora al “dedazo”), que desde el CEN también favorecería al “lic” porque tiene más presencia en los órganos de decisión que los grupos rivales. Así recordará a Creel y Dóring entiendan bien quién es el rey, pues no hay nadie que lo meta en cintura.

La “propuesta” de Romero será estudiada y en su caso aprobada este martes 18. Si se sale con las suyas –que es lo más probable porque ya nada democrático se puede esperar de ese partido—significará que nada cambiará en el PAN, por más que lo pregone el dirigente Ricardo Anaya con todo y sus grandes ideas anticorrupción. Vendrá luego el mismo sistema para imponer candidaturas a jefes delegacionales y diputados locales en esas delegaciones, las “menos peores” para el partido que fundó el gran Manuel Gómez Morín. No es menor el asunto: Ello confirmará la debacle moral del PAN, un partido de chapuzas; relegará –otra vez— a la gente honesta, luchona y con valores. Y a la vez se quebrará en las urnas, si es que alguien no se vomita en ellas.

CUBILETE

Pero ni en Benito Juárez tiene todas consigo el delegado Romero. La noche de este lunes las corrientes hegemónicas del PRD en la demarcación, Izquierda Democrática Nacional y Nueva Izquierda, llegaron a un insólito, histórico acuerdo que pone contra la pared a los panistas, que cruzaban los dedos para que el sol azteca se dividiera y se ablandara la amenaza ante la cáida estrepictosa del albiazul en las encuestas. Durante la primera sesión del nuevo Consejo Delegacional, nombraron a Isabel Gómez, de IDN, presidenta del PRD-BJ, mientras tres de las cinco carteras importantes en la dirigencia recayeron en Nueva Izquierda. Es el primer paso para lograr candidaturas de unidad para enfrentar en bloque a los romeristas en el 2015. Ni ellos mismos se lo esperaban.

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