El Gobierno del Distrito Federal hace caso omiso a la petición de detener la tala de árboles solicitada por vecinos en contra del deprimido de Río Mixcoac, ya que durante la madrugada del viernes 2 de octubre se derrumbaron más de 60 árboles en el camellón del lado poniente de esa arteria vial, de acuerdo con un censo realizado por este portal.
Vecinos alertaron que entre la una y tres de la madrugada, arribó personal con equipamiento y camiones para talar todos los árboles de dicha zona, entre Insurgentes Sur y calle De Ángel. Sin embargo, se desconoce si el ecocidio –como lo denominan los inconformes– estuvo a cargo de la autoridad o de la empresa.
Benjamín Medina, subdirector de evaluación de la Secretaria de Medio Ambiente, informó que todos los árboles talados –es decir sanos y enfermos–estaban autorizados con base en la Norma NOM 01, debido a que los árboles no son un argumento para negar el desarrollo de un proyecto; al contrario, ésta dice que deberán compensar física o económicamente al Fondo Ambiental Público (FAP).
“Lo que buscamos es que la empresa pague una compensación económica al FAP”, lo que se vio reflejado en la “plantación” de árboles (en realidad arbustos, que son las magnolias), realizado por Sedema. Posteriormente, añadió Medina, deberá realizarse la compensación del parque lineal sobre el doble túnel o calles aledañas, a cargo de la empresa.
Pero resulta que desde el 25 de septiembre, el subsecretario de Gobierno Juan José García Ochoa se reunió con un grupo de vecinos opositores a la construcción del doble túnel de Río Mixcoac y la tala que implica, en donde se comprometió a no derribar más árboles mientras no se llegara a un acuerdo con los vecinos respecto a las inconformidades con el deprimido.
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