La jefa delegacional en Miguel Hidalgo, Xóchitl Gálvez, aseguró que el Partido Acción Nacional le cedió la candidatura para contender por esa demarcación debido a que la daba por perdida frente al PRD.
En una charla dada a conocer por Francisco Ortiz Pinchetti, director de Libre en el Sur, en su columna publicada este viernes en el portal SinEmbargo.mx, se revela también que Gálvez descarta postularse para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en el año 2018, aun cuando encuestas la ponen como la persona con más posibilidades de dar la pelea a Morena, por arriba del PRD.
“Xóchitl, efectivamente, llegó sin la bendición del cacique del panismo capitalino, un pillo llamado Jorge Romero Herrera que fue delegado en Benito Juárez y es el actual coordinador de la fracción del PAN en la Asamblea Legislativa (ALDF)”, escribió Ortiz Pinchetti.
“Es más, logró la candidatura con el respaldo de uno de los principales enemigos del impresentable Romero Herrera, Obdulio Ávila Mayo. Este ex dirigente del PAN en la capital (2010-2011) fue el jefe de su campaña y es ahora su mano derecha en la DMH como director general de Servicios Jurídicos y Gobierno. “Me dejaron pasar”, ríe Xóchitl.
“Efectivamente, como lo platica, los panistas la subestimaron. No se imaginaron que fuera capaz de superar una desventaja de 20 puntos con respecto al candidato del PRD, David Razú Aznar”.
En la plática con el periodista, realizada en su despacho de la Delegación, Gálvez explicó por qué la honestidad es un tema natural en ella. “En nuestra cultura otomí no cabe la corrupción. Esto nos lo enseñan desde niños, lo mamamos. Es impensable robarse algo, porque eso significaría una vergüenza ante nuestra comunidad. Así de claro y simple”, acotó.
Ortiz Pinchetti abundó en su columna:
Los ejes de su gobierno, resume, son la inclusión social, el desarrollo de la infraestructura, la recuperación de la confianza ciudadana a través del bien Gobierno y la innovación que convertirá a Miguel Hidalgo en una delegación de datos abiertos, única en la capital. Esto me apasiona, palabra”, dice mientras abre ambos brazos.
Y platica de uno de sus proyectos favoritos, los jardines infiltrantes, el primero de los cuales, se inauguró hace un par de días en la calzada Legaria. Su objetivo es evitar inundaciones en la zona y a la vez captar y devolver el agua de lluvia al subsuelo, mediante varias capaz de piedra porosa. “Un asunto vital para los mantos acuíferos de la ciudad, que se han sobreexplotado”, pondera. Tiene una longitud de 37 metros y su costo es de apenas un millón 800 mil de pesos. Además, se logra una rehabilitación integral del área, con jardines, andadores y bancas.
Metida en planes como éste, dice Xóchitl, no piensa siquiera en una candidatura para la jefatura de Gobierno en 2018. “Es en serio”, me insiste divertida cuando le menciono la posibilidad que representa aparecer ya con un 17 por ciento de preferencias electorales sin ninguna promoción personal, frente a un 22 por ciento de Ricardo Monreal, el aspirante mejor posicionado de Morena (El Universal, 12 de julio 2016). “¡No, ni madres!”, dice con terquedad otomí.
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