Candidato de MC a la diputación local por el distrito de BJ, Luis Manuel León cuenta por qué la indiferencia ante la catástrofe hídrica es lo que lo ha llevado a participar en la política.
STAFF / LIBRE EN EL SUR
Con 28 años de edad, Luis Manuel León, Luisma, es el más joven de los aspirantes a la diputación local por el distrito 17 de Benito Juárez. Pero eso no quiere decir que a su corta edad no haya vivido, particularmente en lo relativo a la participación de soluciones a problemas como los del agua y el medio ambiente.
Luisma, que compite por Movimiento Ciudadano, cuenta que fueron sus abuelos maternos y su madre de quienes aprendió a hablar sobre los problemas del mundo, habida cuenta que ellos siempre ponían sobre la mesa para temas relevantes sobre México y el mundo. La relación con sus abuelos, ya finitos, fue entrañable. “Ellos pasaban por mí a la escuela y comía con ellos”, además de que disfrutó muchos fines de semana con ellos en Tepoztlán, dice cuando aparece pronto la nostalgia, al principio de la entrevista, entre las mordidas de un croissant. “Me inculcaron la participación, sobre todo en lo relativo a la defensa de la naturaleza y los animales”. Particularmente su abuelo lo sensibilizó acerca de los problemas sociales que enfrenta la gente, pues él desde mucho tiempo atrás se metió en la lucha por el derecho a la vivienda.
En su tiempo libre Luisma es pintor, pero no por mera afición, no. Ha expuesto ya en galerías de México, Madrid y Roma. Formado en el Colegio Madrid, fundado por los exiliados españoles, aprendió del pensamiento crítico, humanista, además de que en el colegio se procura la estimulación artística. Lo dice con orgullo, como casi cualquier egresado que sabe que ese colegio marca la vida de sus estudiantes y los vuelve comprometidos con los demás. Estudió diseño gráfico, pero no le gustó. Después de una estancia en Canadá, volvió para trabajar como promotor de UNICEF, que fue el lugar que le metió una “cosquilla” tras despertarle la conciencia sobre la importancia de defender el mundo diverso e ir contra las injusticias y el racismo: ¿Qué estudian los que trabajan en UNICEF?, se preguntó. Y como respuesta se metió a estudiar Relaciones Internacionales en la Universidad Iberoamericana. Ahí tuvo una intensa participación como líder estudiantil y realizó tantas actividades como la de invitar al ex presidente uruguayo José Mújica a una plática con los chavos. También convocó a la reforestación en las barrancas de Santa Fe. Finalmente terminó de asesor del doctor Abelardo Rodríguez, que “me instruyó a la atención al detalle, la traducción, la redacción y la investigación”.
Muchos años atrás había soñado con trabajar en el poder legislativo; pero mientras eso pudiese ocurrir, participó en la iniciativa privada, en temas de energías renovables, particularmente eólicas. Ahí obtuvo una formación técnica y profesional sobre esos temas y se apasionó por encontrar soluciones a los temas del agua y del medio ambiente. Por eso lo fastidió tanto la reforma eléctrica promovida por Andrés Manuel López Obrador contra las energías renovables –“una visión anacrónica y de nacionalismo oxidado”, define– a la que se opuso a través de la organización de colectivos juveniles.
Desde lo privado participó entonces en consolidar una incubadora de emprendimientos sostenibles que estuvieran vinculados al derecho humano al agua y colaboró con comunidades indígenas en la defensa de sus derechos ambientales frente a las mineras contaminantes. Su madre, Mónica Gabriela Hernández, participó en la Cumbre de Río de Janeiro, lo que derivó varios años después en los emblemáticos acuerdos de Paris sobre cambio climático. “Mi mamá comenzó su carrera defendiendo a los indígenas”, dice con orgullo. “Para mí ha sido entonces como cerrar el ciclo que inició ella: con los indígenas y en defensa del medio ambiente”.
Con esa experiencia, finalmente lo invitó Braulio López Ochoa Mijares, diputado federal de MC, a trabajar con él como asesor en esos temas de medio ambiente, cambio climático y agua. Ahí tuvo una participación importante en la elaboración de un paquete de reformas legislativas sobre una gobernanza climática más justa. Reacio a participar en partidos políticos, Luisma expone que Movimiento Ciudadano le ha convencido porque “en verdad es el único partido que tiene una agenda ambiental clara”.
Por su trabajo en los temas del agua a Luisma lo invitaron a participar como ponente en la Fundación Ford y en el Consejo Económica y Social de la ONU, en Nueva York, ambos eventos asociados a la Conferencia del Agua 2023, que tenía cinco décadas de no llevarse a cabo.
A pesar de multiplicarse el activismo en defensa del medio ambiente en el mundo, a Luisma le acongoja que no hay un interés real por parte de los políticos y gobernantes mexicanos acerca de los problemas relativos al agua y la eventual catástrofe humanitaria que ello puede representar. Por eso, fija como el centro de su agenda electoral la defensa del líquido básico para vivir.
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