Era un ícono; o mejor dicho: era el ícono que durante 48 años, diciembre tras diciembre, fue punto de referencia, emblema navideño de la zona, de la ciudad toda; orgullo juarense, ilusión, asombro de los niños. El Árbol de Liverpool dejó de estar entre nosotros un diciembre, de hace tres años.
A finales de noviembre de 2009 se inició su instalación, como todos los años, en la explanada de la esquina de Insurgentes Sur y Félix Cuevas, en la colonia Del Valle Sur; pero de pronto, inopinadamente, se dio marcha atrás y se emprendió apresuradamente su desmantelamiento. Las obras de construcción de la línea 12 del Metro en su tramo Universidad-Patriotismo se habían iniciado y estaba por cerrarse la vialidad del Eje 7 Sur y esa fue la causa de la muerte de una tradición de casi medio siglo, que se cumpliría este año.
Ahora no sólo no estará en su lugar el árbol monumental: tampoco está ya la plaza en que era colocado y en la que había una fuente, un astabanderas, bancas y el también tradicional reloj musical del que cada media hora salía un desfile de muñecos. En esa área se construyó una ampliación de la tienda departamental que en esta temporada funciona como bazar navideño. Sólo las fotografías nos permiten ahora revivir la escena decembrina en esa esquina emblemática y en todo el corredor comercial de Félix Cuevas, hoy temporalmente clausurado. A partir del Árbol de Liverpool, la avenida entera se vestía de luces en aparadores, árboles, marquesinas. Eso no existe más y los comerciantes cumplen ya dos años de padecer un calvario. No pocos establecimientos de plano han cerrado, quebrados. Otros, como Fantasías Miguel, sobreviven heroicamente y se esfuerzan por mantener el espíritu navideño en sus aparadores y promociones.
Triste, pero ya nada es igual que antes, cuando toda la zona se convertía en sede de una gran romería, en la que participaban no solamente los vecinos de la delegación Benito Juárez sino visitantes de toda la metrópoli. El centro de todo era precisamente el Árbol de Liverpool. Fue instalado por primera vez en 1961, apenas estrenada la tienda. Año con año se le mantuvo para alegría de los niños y de los habitantes de la zona en general, para quienes se convirtió en el símbolo de la época. Hacia fines de noviembre o principios de diciembre de cada año, el árbol era encendido y siempre ofrecía una novedad en su adorno, pues variaban las figuras que en él eran colocadas.
En los últimos años se instalaba también un trenecito al que podían subir los niños y que corría alrededor del emblemático árbol. También se integró una pista de patinaje en hielo y, en la parte posterior de la tienda, entre la avenida Insurgentes y las calles Parroquia y Oso, una Villa Navideña, con su tobogán y su área para formar muñecos de nieve verdadera o para jugar “guerritas” con ella. En esa área trasera se instaló este año la pista de hielo y un árbol formado con cajas que simulan regalos, en torno al cual circula un trenecito, pero de dimensiones mucho menores a las que tuvo el árbol tradicional.
La construcción de la línea 12 del Metro está por concluir, aunque su puesta en operación que había sido programada y reiteradamente anunciada para abril de 2012, ahora ocurrirá, dicen las autoridades del gobierno de la Ciudad, “en el primer semestre” del año entrante. Y precisamente en la esquina donde por tantos y tantos años lució el árbol inolvidable, estarán los accesos a la estación Insurgentes Sur del Sistema Colectivo de Transporte. (Foto: Rey Benjamín)
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