Presto a lanzarse en pos de una curul en el Palacio Legislativo de San Lázaro, el diputado local Mauricio Tabe considera que en la tan sonada queja de vecinos juarenses contra las construcciones se deja de lado el meollo del asunto, que es la falta de servicios y una infraestructura obsoleta. En ese sentido, el panista piensa que no se debe “satanizar” a los desarrolladores inmobiliarios, aunque éstos deben comprometerse a enmendar los daños que pudiesen ocasionar a la comunidad, particularmente a los vecinos cuyas viviendas son afectadas directamente por las obras nuevas.
Entrevistado a propósito de su renuncia a la Secretaría General del PAN capitalino y su decisión para dedicarse “de lleno” a los temas propios de la DBJ, reconoce sin embargo ciertas corrupteales en la industria inmobiliaria. “Hay un tema de legalidad, desorden, corrupción y negligencia en la materia”, asevera. En ese sentido, le parece comprensible que la gente se sienta afectada en su calidad de vida. Aunque matiza: “Hemos estigmatizado y puesto como demonios a los desarrolladores, cuando ellos pueden contribuir a la comunidad si asumen el cumplimiento de la normatividad”, explica sentado frente a su aipad en uno de los despachos de su módulo de atención ciudadana, en la colonia Narvarte.
Tabe explica la doble motivación que lo llevó a dejar la Secretaría General del albiazul en el DF: Por un lado, pensó en “poner un alto a la posible distracción” que implicaría su labor partidista en tiempos electorales; y, por el otro, aprovechó para retirarse en el momento oportuno a fin de librar una condición estatutaria de su partido y dejar a salvo su derecho a contender por un nuevo cargo de elección popular, justo un año antes de los comicios. En ese sentido, descarta buscar la jefatura delegacional en Benito Juárez, pero reconoce que lo seduce la idea de la diputación federal. “Eso no implica que inicie campaña”, se adelanta a aclarar.
Mauricio Tabe considera que el problema “número uno” en la DBJ es el de percepción de inseguridad, seguido del desbasto de agua y la saturación vial. Luego el joven legislador adivina la pregunta: “También las construcciones, ciertamente. Pero el problema no debe enfocarse en sí en las construcciones, sino en la falta de servicios y la vieja infraestructura”. Ante las críticas de los adversarios políticos, defiende que el gobierno delegacional juarense y la fracción panista en la Asamblea Legislativa han hecho un “esfuerzo importante” en materia de seguridad, particularmente con la dotación de luminarias.
–¿Existe desgaste en el PAN?
–El gobierno se ha ido profesionalizado. Nos hemos acostumbrado a la crítica y a trabajar en la adversidad de la crítica. Cuesta mucho trabajo responder a las exigencias de los vecinos juarenses. Pero el peor gobierno que haya habido en Benito Juárez es mejor que el resto de los gobiernos delegacionales. Es la crítica la que obliga a que un gobierno sea responsable.
-¿Y qué hay del regreso del PRI y el PRD?
–No regresan porque nunca se fueron; más bien estaban escondidos. Los priistas andan un poquito entusiasmados pero son los mismos, no hay rostros nuevos. Esos partidos tienen aquí muy pocas posibilidades de ser competitivos, sobre todo porque la gente de Benito Juárez está informada. No son propuestas que representen eficacia. El PRD les aterra y al PRI ya no lo compran.
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